Por el ritmo de vida actual, es muy difícil comer a diario con toda la familia reunida, por esto debemos esmerarnos en compartir las comidas los fines de semana.
Existe evidencia científica que el comer en familia conlleva un mayor bienestar, rendimiento académico, menos frecuencia de problemas conductuales y patologías de salud mental, consumo de drogas, trastornos alimentarios y depresión.
Por todos los beneficios que representa el comer en familia, considera una gran prioridad intentar hacerlo por lo menos una vez al día. Si no acostumbras comer en familia, empieza poco a poco creando esta costumbre de dos a tres veces por semana. El fomento de las comidas en familia es una medida de promoción de la salud pública, puesto que numerosos estudios científicos avalan que hacerlo aporta grandes beneficios para la salud, la calidad de dieta y calidad de vida de quiénes participan de estas comidas.