Uno de los grandes retos de todo ser humano es ser consciente de su estado de salud, y los hábitos para no afectarla ¿Por qué resulta tan difícil? Puede ser por alguna de estas excusas:
Aprovechando que llega la época de los propósitos, de las 12 uvas y de ir por esos sueños que siguen vigentes, hoy te traigo unas pequeñas pero poderosas acciones que puedes realizar para disminuir estas excusas.
Pregúntate: ¿Qué actividad física te gusta? Y es que no tenemos que realizar la misma actividad física que nuestra pareja, familia o amigos, podemos probar una y otra, hasta que encontramos la que nos gusta y nos hace levantar cada día a hacerla.
Define el tiempo y la frecuencia para ejercitarte. Hemos escuchado muchas veces que 1 hora diaria, 30 minutos, otros se atreven a decir que 15 minutos, y la verdad es que es mejor hecho que perfecto, es mejor levantarse y moverse que quedarse horas sentado viendo la novela de hace 20 años. Muévete y disfruta de cada ejercicio, trata de encontrar tu momento de conexión con tu cuerpo y a disfrutar. Ahhh, y un dato interesante que me comentó el médico esta semana: caminar 15 minutos después del almuerzo ayuda al metabolismo.
Revisa que alimentos no te favorecen y sustitúyelos. La alimentación consciente es algo de lo que se viene hablando pero genera muchas inquietudes, te recomiendo aprender a escuchar a tu cuerpo, percibir en el momento en el que comes, si te sientes con pesadez o te duele la cabeza, o quizás te sientes liviano, realmente esto nos ayuda a identificar esos alimentos que no son compatibles con nosotros y a encontrar sus sustitutos.
La realización de pequeños pasos nos ayuda a generar cambios poco a poco, a evitar la frustración y ansiedad por eso que queremos hacer y quizás no nos ha funcionado en el pasado. No es momento de abrumarse, solo aprende a leerte, a ser tu quien asume la responsabilidad de sus rutinas y disfrutar de este camino llamado vida.