Es un tipo de relación en la que un individuo se siente incompetente en el ámbito emocional por la ausencia y el apoyo de otro individuo. La persona dependiente busca de manera constante la aceptación y el reconocimiento de otra persona, llevándola a considerarse una persona insegura, inferior e incapaz de proponerse propósitos por sí mismo. Es decir, la persona llega a una adicción por la otra persona a tal punto, que tiene la sensación de que necesita a esa persona porque significa el todo para el individuo, pensando que sin la persona ya sea él o ella no son definitivamente nada, creyendo que no encontraran a otra persona parecida que los quiera y a quien querer o amar de la misma manera, en ciertos días, puede ocurrir que vivan en una batalla infinita en la que traten de cambiar al otro y en donde sienten que no pueden distanciarse y a un costo supremamente alto, ya que viven en una prisión desistiendo del bienestar propio.
Las personas con baja autoestima son los que más presentan dependencia emocional, ya sea por las inseguridades y la falta de confianza por ellos mismos. Además, existe un factor clave y es durante el desarrollo de la personalidad y del desarrollo emocional en la infancia y adolescencia, en donde requieren alimentar la autoestima e incrementar la confianza para distanciar ciertos complejos e inseguridades y aceptar la incertidumbre, aprendiendo a estar solo y aceptar el cambio como oportunidad de vida.
Por otra parte, en la actualidad existen varios métodos para superar o afrontar la dependencia emocional, como lo es la terapia de pareja, la cual puede ser beneficiosa para salir de la dependencia, y también está la terapia individual. Esto obedece según el caso.
Así mismo, el profesional en psicología es el especialista encargado de dar tratamiento a los trastornos de salud mental, el cual tras haber diagnosticado el problema, dará acompañamiento y empleara técnicas para dar tratamiento con el fin de fortalecer o incrementar su autoestima y seguridad, en la construcción de nueva relación y vida sin depender emocionalmente. Las terapias más comunes son: terapia cognitivo-conductual, terapia de aceptación y compromiso, EMDR y terapia Gestalt, todas ellas han demostrado y comprobado su eficacia durante su proceso, puesto que el individuo aprende a reconocer su problema.
