Visitar la ciudad de la salsa y el guaguancó trae más que solo diversión. En Cali hay muchas historias por escuchar y una de las más contadas por los salseros es la del día en que el diablo puso sus pezuñas a bailar al son de la rumba caleña.
Nota: Para vivir una mejor experiencia, te recomendamos usar audífonos.