El desplazamiento de las semillas del diente de león.
Cuando el viento sopla, muchas de las semillas de la planta se expulsan en el aire y caen como si fueran paracaídas. Lo impresionante es que si despegan desde el suelo, algunas de estas semillas suelen recorrer con ayuda del viento 1 km o a veces más. Una investigación científica comenta que el desplazamiento de estas semillas es hasta cuatro veces más eficiente y estable que el de un paracaídas.
Imagine lo siguiente: Estas semillas están sujetas a un tallo en conjuntos de filamentos finos (vilano). Y este vilano hace una función de paracaídas que hace que se frene la caída repentina de las semillas y permite que se mantenga en el aire durante un tiempo.
Cuando el aire para a través del vilano crea encima un anillo o, en otras palabras, un remolino. Como el aire gira en círculos tal cual un remolino, se crea una zona baja de presión que hace que el vilano se expulse hacia arriba y tarda más su caída.
La excelente distribución de los vilanos hace que se conviertan en paracaídas. Sin dejar atrás, que el vilano usa muy poco material, pues su estructura está vacía hasta del 90%.
Un experimento hizo lo siguiente: se creó un túnel de viento de manera vertical para observar el efecto del aire que cae sobre las semillas.
Se utilizó fotografías a larga exposición y de alta velocidad para hacer tomas de cada momento, y así se descubrió el remolino que se crea encima de la semilla y con una debida distancia. A esto se llama anillo de vórtice, y esto es posible que se forme por los vilanos finos y su distribución.
Y los autores tienen una conclusión y es que la geometría de forma circular de este mini paracaídas y estos finos hilitos frondosos son esenciales para la formación del remolino.
La porosidad del vilano está sintonizado con precisión para darle estabilización al remolino que se crea encima de la semilla al estar en vuelo.
Y según ciertas investigaciones, estos resultados novedosos del diente de león lograrían ser la base de unas formas de locomoción, así como la reducción de peso y retención de partículas en estructuras biológicas como artificiales.
El área científica sigue en búsqueda de distintas maneras para imitar el vuelo de la semilla del diente de león. Y esto les serviría para crear drones muy pequeños que no hagan uso de mucha capacidad de energía.
