Eclipses: qué son y cuáles son sus causas

El eclipse ocurre cuando un astro alcanza un punto en el cual no es visible, porque queda oculto, de forma parcial o total, por otro astro.

En el eclipse de luna, la tierra se interpone entre el sol y la luna; es decir, la sombra del planeta tierra “tapa” la luna. Este tipo de eclipse es muy frecuente y suele ocurrir en luna llena. El eclipse es total si la luna queda totalmente oscura, o parcial si solo se oscurece una parte de esta.

Para explicar la causa de los eclipses debemos recordar:

• La posición que tienen el sol y la luna con respecto a la tierra. 

• Que el sol ocupa el centro del sistema planetario y que alrededor de este se mueve la tierra. 

• Que la luna no tiene luz propia, sino que refleja la luz que recibe del sol. 

• Que al moverse la luna alrededor de la tierra, existe un momento en que la luna se encuentra entre la tierra y el sol, y en ese momento la luna intercepta la radiación solar y se produce el eclipse solar. 

• Que la tierra puede llegar a encontrarse en la misma línea en medio del sol y la luna, produciendo un eclipse de luna.

Curiosidades sobre los eclipses:

• El tamaño del sol y la luna vistos desde la tierra coinciden, si bien la luna es 400 veces más pequeña que el sol, la luna está 400 veces más cerca de la tierra que el sol, por esta razón pueden ocurrir los eclipses solares totales. 

• En los eclipses lunares es frecuente observar una nebulosa rojiza sobre la luna, debido a las partículas de polvo atmosféricas.

• El primer registro histórico de un eclipse solar data de octubre del año 2137 antes de Cristo, el cual fue registrado en un manuscrito chino por un astrónomo llamado Tchoung- Kang.

• La máxima duración de un eclipse solar total es de 7 minutos 40 segundos.

• La duración máxima de un eclipse lunar es de 1 hora y 44 minutos.

Recomendaciones para observar un eclipse solar:

Apreciar este fenómeno natural sin tomar las medidas necesarias puede poner en riesgo su visión, puesto que la observación directa y prolongada del Sol puede ocasionar quemaduras en la retina y ceguera permanente.