Coomeva se ha embarcado en una campaña que busca la igualdad entre hombres y mujeres en muchos campos: laboral, social, familiar, etc., con la cual estoy totalmente de acuerdo por muchas y preponderantes razones, a saber:
MUJER: considero que representa el mayor logro de la naturaleza al haberle asignado el papel de la procreación, convirtiéndose en la labor más compleja y maravillosa de la creación de la vida humana. Sin su decidida participación no es posible que existamos y lo menos que podemos hacer es rendirles un tributo de gratitud y admiración.
No se requiere ser feminista para reconocer su valentía y entrega en su rol de madres, dispuestas a sacrificarse para engendrar una nueva vida, que no se limita a los nueve meses de gestación, con lo que esto conlleva, si no además ejerce papeles tan complejos de esposa, amiga, confidente y en las condiciones actuales, proveedora de bienestar económico. Es tan complejo el papel que debe desempeñar en la sociedad actual, que se convierte en el ser más polifacético que se pueda uno imaginar.
En comparación, los hombres nos hemos limitado a ser en el mejor de los casos, el soporte material de la familia, pero dada la complejidad de la vida moderna, esta exclusividad la hemos estado perdiendo frente a unos seres excepcionales que no dudan en sacrificarse para sacar adelante a sus familias, con nuestro concurso, o sin este.
Esta desigualdad en los roles ha sido por siglos asumida por los hombres, desconociendo el papel que cumplen nuestras compañeras de vida en su papel de amigas, novias, esposas, madres, socias, lo cual definitivamente ya no puede continuar siendo. Es hora de reivindicarlas y compensarlas por tanto sacrificio y entrega, valorándolas en todo sentido. Afortunadamente, la situación ha ido cambiando y es así como empezamos a ver y a reconocer su valor y sus capacidades. Enhorabuena.
Gracias mamá por haberme dado la vida; gracias, hermana por ser la extensión de mamá en mi infancia y adolescencia; gracias, hija, por darle significado a mi vida, al sentirte una parte de mí; gracias sobrina, por ser el reflejo de mi hermana o hermano; gracias amiga por despertar desde mi niñez, el sentido de la amistad y la camaradería; gracias, novia, por permitirme conocer la dicha y el infortunio del amor; gracias, esposa, por ser mi perfecto complemento en mi proyecto de vida; en fin, gracias a todas y a cada una de las mujeres que he tenido la fortuna de conocer y de tratar y de admirar.
Mi más sincero reconocimiento a todas las mujeres por sus invaluables servicios en pro de una sociedad más equitativa y justa. Felicitaciones a Coomeva por liderar esta clase de campañas y demostrarlo con resultados tangibles, esperando que el machismo sea definitivamente erradicado como un hecho del pasado.
Nota: el presente ensayo es de mi propia autoría a partir de las vivencias familiares y laborales que resumen lo que pienso de ese ser maravilloso llamado: MUJER, a quienes les guardo un gran respeto y admiración.
Fraternal saludo a las protagonistas de esta era de igualdad, inclusión y solidaridad.
Jesús Antonio Martínez R.
