Una tarea diaria, un pensamiento constante y que me genera cierta ocupación es retener y motivar al talento humano, porque se ha convertido en un desafío clave para las organizaciones que buscan el éxito sostenible.
El talento humano es el recurso más valioso de una empresa y, por lo tanto, es esencial adoptar estrategias efectivas de gestión para mantenerlos comprometidos, satisfechos y productivos, y se convierte en un reto porque las dinámicas de trabajar por objetivos, el cumplimiento de horarios, el trabajo híbrido, la virtualidad, entre muchas otras cosas, nos hacen pensar en cómo retener y motivar a los empleados a través de tácticas como programas de reconocimiento, oportunidades de crecimiento profesional y la creación de un ambiente laboral positivo.
Primero, hablemos de tener “Programas de reconocimiento” como la forma para apreciar y valorar al equipo, si se estructura enfocado en el personal puede hacer que los empleados se sientan apreciados y respetados por su trabajo y contribuciones a la empresa.
El reconocimiento puede adoptar diversas formas, desde simples palabras de agradecimiento hasta premios y bonificaciones por logros destacados. Un ambiente donde se valora el esfuerzo y el talento de cada empleado crea una cultura positiva y refuerza su compromiso con la organización. Cabe resaltar que no solo me refiero a recompensas en dinero, hoy en día valoramos mucho el “salario emocional” y la flexibilidad en las actividades.
Así mismo, se evidencia que al crear oportunidades de crecimiento profesional muchos empleados deciden quedarse, porque les muestra que la empresa se preocupa por su carrera a largo plazo y les brinda un sentido de progreso en su trayectoria laboral.
Estas oportunidades pueden incluir capacitaciones, programas de mentoría, asistencia a conferencias y la posibilidad de asumir nuevos desafíos dentro de la empresa. Así, cuando hay un lugar de trabajo donde se fomenta la colaboración, el respeto y el trabajo en equipo, se genera sentido de pertenencia y bienestar entre los empleados y los líderes tenemos un papel esencial en la creación de un ambiente positivo, alentando una comunicación abierta, brindando apoyo emocional y reconociendo los logros del equipo, siendo claros en nuestra comunicación y brindando la retroalimentación constructiva de manera regular.
De esta forma, podemos discernir que retener y motivar a nuestro equipo de trabajo depende de conocer muy bien a cada miembro y fomentar esos valores de empresa que nos ayudan a crecer y a potenciar nuestros procesos. No podríamos lograr objetivos estratégicos del negocio sin tener un buen ambiente laboral, pues tarde o temprano las falencias se notan y empieza a crecer como el fuego.
