A diario me encuentro con personas que me dicen que saben lo que tienen que hacer pero no lo hacen porque no tienen tiempo, otros dicen que algo es muy importante para ellos pero… ¡No tienen tiempo!
Incluso, hace poco, en uno de los talleres para emprendedores que imparto, hice un sondeo sobre las estrategias que cada uno realiza en su emprendimiento, y no… no me refiero solo a marketing o al área comercial, sino las estrategias que realizan para estructurar su negocio y, una persona me dijo “Yo compré unas plantillas que me ayudan a medir todo, me muestran los resultados que voy teniendo y así poder tomar decisiones acertadas en mi negocio” y yo estuve a 2 segundos de felicitarlo, hasta que me dijo “pero… nunca las uso porque no tengo tiempo” y es allí donde debemos empezar a reflexionar sobre la priorización que tienen nuestras actividades o tareas diarias porque la realidad es que todos tenemos la misma cantidad de tiempo en un día: 24 horas. La diferencia radica en cómo utilizamos ese tiempo y en nuestras prioridades.
Así que en este blog, me permito abordar el tema a través de una reflexión muy sentida, que nos lleve a mejorar nuestros procesos y/o por lo menos que nos ayude a diagnosticar nuestro día.
1. TENER UNA META clara, específica y medible, porque así nos enrutamos a cumplirla, pero si o si debe ser medible, debe tener una fecha de cumplimiento y
2. DEFINIR MIS PRIORIDADES es decirle sí a aquello que me hace crecer, potenciar mis habilidades y mejorar. Esto implica identificar las tareas y actividades que son realmente importantes y que te acercan a tus metas. Al hacerlo, podrás dejar de lado aquellas cosas que consumen tu tiempo sin aportar valor significativo. A veces, esto significa decir "no" a ciertas actividades o compromisos que no son relevantes para tus objetivos.
Si pensamos como emprendedores, es identificar aquello que es importante y estructural en mi negocio, para crecer y fortalecer los procesos, en ocasiones parecemos bomberos apagando incendios sin encontrar la raíz de los problemas que se presentan.
3. DISCIPLINA y constancia, son fundamentales para el éxito tanto en la vida como en el emprendimiento. Establecer una rutina y seguir un plan te ayudará a mantener el enfoque y evitar distracciones. Es importante recordar que el éxito no se logra de la noche a la mañana, sino a través de un esfuerzo constante y perseverancia. Y una banderita roja es pensar que el “ÉXITO” es igual para todos, y esto depende de nosotros, nadie puede definir tu éxito.
4. CUALQUIER DÍA PUEDES EMPEZAR, pero si te demoras o esperas a que sea lunes para empezar a tomar acción, simplemente estás posponiendo tu éxito. No importa el día de la semana, siempre hay una oportunidad para comenzar a trabajar en tus metas y objetivos. Esperar a que todo sea perfecto o a que llegue el momento adecuado solo te llevará a perder tiempo y posibilidades.
5. TENER UNA MENTALIDAD DE APRENDIZAJE y estar dispuesto a adaptarse y mejorar continuamente. El emprendimiento implica enfrentar desafíos y obstáculos, pero es la forma en que los superas y aprendes de ellos lo que realmente te aporta. Aprende de tus errores, busca nuevas oportunidades y mantén la motivación en cada paso del camino.
El tiempo es un recurso valioso y limitado, solo depende de cada uno de nosotros su uso, y a veces la vida puede sorprender con alguna condición de salud como alerta para que te tomes el tiempo para lo realmente importante. No dejes que las excusas te detengan y dedícate el tiempo que sea necesario.
