Para empezar, leer es un acto complejo, pero apasionante, cuando leemos nuestro cerebro crea imágenes mentales de los hechos descritos, es decir, que al leer extendemos nuestra capacidad imaginativa, cuando se lee la mente crea o recuerda objetos que se parecen a la descripción, esto quiere decir que cuando leemos precisamente nuestro cerebro crea una especie de fotografía a partir de las palabras que leamos.
Leer además es una forma de sentir lo que sienten las otras personas, creando así algún tipo de conexión con el tipo de contenido que se lea, sea ciencia ficción, misterio, suspenso, o romance.
Por otra parte, por ejemplo cuando leemos ficción, para nuestra mente es como realizar un viaje siendo así con más concentración, pues la lectura exige un trabajo más profundo de nuestra capacidad para crear imágenes así como la de nuestra atención, en pocas palabras vivimos lo que leemos al momento de leer una historia lo cual se está presentando una situación peligrosa o temerosa sentimos miedo, lo cual es muy normal, ya que conectamos en profundidad con nuestros sentidos abriéndonos a la fantasía y accediendo a un sin números de experiencias y emociones, así como a la posibilidad de transportarnos más allá de nuestra vida o realidad. Otro ejemplo es que cuando un personaje ha sufrido un accidente y ha perdido una pierna, en algún momento los lectores sienten en cierta medida el mismo dolor del personaje, puesto que el cerebro activa esas sensaciones en el cuerpo, de alguna manera cuando los personajes sufren alguna decepción amorosa o se ven sumergidos en alguna experiencia emocional, los lectores también experimentan esa experiencia o si nunca la han vivido se crea en la imaginación.
Continuando con lo anterior, no solo podemos crear en nuestra mente un espacio para la ficción, sino también experimentar, si es que dicha ficción está bien escrita, las sensaciones que nos permitan vivir más experiencias, permitiendo desarrollar la capacidad de empatía de nuestro cerebro. Por ende cuando se lee se busca siempre encontrarse en algunos personajes y de allí proyectarnos en las acciones que estos toman, si el personaje coincide con nuestra forma de ser entonces se convierte en un ser que va más allá de la ficción y se hace significativo, por ello leer no solo nos asegura un momento de placer sino también una posibilidad para el entendimiento de los otros y sobre todo para desarrollar nuestra sensibilidad para con la realidad.