“Haz algo hoy por lo que tu yo del futuro esté agradecido” -Sean Patrick Flanery
Registramos a diario la vertiginosa presencia de la Inteligencia artificial IA en cada vez más sectores y tareas humanas, con la viralización masiva de aplicaciones como ChatGPT, lo que supone grandes retos y oportunidades para el mundo del trabajo, la educación, la ciencia, la salud, y muchos otros ámbitos de intervención.
Lo anterior ratifica una vez más que estamos ante cambios muy rápidos, permanentes y exponenciales en el discurrir de las actividades humanas, que generan altos grados de incertidumbre y sensación de obsolescencia, como quien ve pasar ante sus ojos un fenómeno que non encandila y nos deja a la deriva del camino. Ante lo cual hay dos habilidades, o superpoderes como se suelen llamar, que son clave para surfear en mares tempestuosos: 1. El learnability, esa capacidad y disposición para estar siempre en modo aprendizaje, enfocado y con claridad hacia objetivos trazados. 2. La capacidad de adaptación, que implica flexibilidad y agilidad para cambiar y para poner en acción nuevas ideas.
Ahora bien, remitiéndonos al concepto de inteligencia ampliada, hace referencia a una sinergia y colaboración entre: la Inteligencia humana + Inteligencia artificial.
Quienes promueven este concepto, buscan integrar lo que nos hace esencialmente humanos, habilidades propias de nuestra creatividad, intuición, comunicación, empatía, sensibilidad, cooperación, planificación (inteligencia humana) aunado a las herramientas de automatización y uso de las últimas tendencias e hitos tecnológicos que crecen velozmente y se ocupan de tareas y actividades repetitivas, simples, estandarizadas (inteligencia artificial).
Esta idea de una cooperación eficaz hombre-máquina se convierte entonces en el camino a seguir por parte de quienes se ocupan de avizorar el futuro e irlo diseñando cada día. Es la alternativa de reinvención profesional de millones de personas y trabajadores en el mundo, que deben desaprender y aprender todo el tiempo, pensando y actuando de manera diferente al contexto de la era industrial en el que fuimos educados y condicionados y que ya está muriendo.
Lo anterior nos posibilita aprovechar millones de oportunidades de nuevos empleos u ocupaciones que surgen con estos cambios exponenciales, madrugándole a la ola de automatización de la cuarta revolución industrial y evitando caer en la irrelevancia y la exclusión del mercado de trabajo que sufrirán millones de personas en el mundo.
Ahora apreciado lector, déjame hacerte una pregunta: ¿Qué fue lo último que aprendiste? y ¿qué es lo próximo que vas a aprender?
