Los seres humanos somos sociales por naturaleza, y es normal que creemos relaciones interpersonales. Sin embargo, en algunas ocasiones nos asustamos por creer que llegamos a ser dependientes de alguien o algo. Cuando conocemos a una persona que nos hace sentir una conexión muy especial, aunque haya una distancia razonable entre esa persona y tú, no quiere decir que esa conexión vaya a desaparecer.
Algo muy interesante es que en la misma naturaleza hallamos unos hongos llamados “hongos miceliales”, estos se conectan entre todos los árboles y plantas y existe una conexión entre ellos, se comunican cuando uno de ellos está sufriendo, incluso si no es de su misma especie. Estos hongos por medio de su micelio llegan a abarcar hasta 965 hectáreas o hasta las 1.350 canchas de fútbol. Esto me hace pensar que, aunque nos alejemos de una persona o permanezca una distancia entre ambos, puede seguir existiendo una conexión especial.
No le tengamos miedo a crear un vínculo, es nuestra naturaleza y llega a ser bella en su equilibrio.
Es hermoso cuando permitimos que otro nos dé su mano o su amor por completo, jamás menospreciemos eso de alguien. Es precioso coincidir con alguien, y poder impartir esa conexión emocional, logrando sentir el sufrimiento del otro sin siquiera tener que preguntarle qué le pasa. Incluso, el poder de una mirada trasmite eso. Los hilos que nos puede unir a una persona e incluso alejarnos logrando entender su deseo. Mira a esa persona que tanto anhelas, que tanto has aprendido apreciar, disfruta su mirada, esfuérzate por entenderla lo que más te permita.
Quizá, le temas a generar algún tipo de conexión con alguna persona. Puede que estés sanando, que estés renaciendo de alguna relación que te dejó marcado y ahora mismo sientas que no podrás salir de eso. Pero aguarda, recuerda que cuando dejas entrar a una persona a tu vida y permites que te cubra con sus buenas intenciones, entonces te dará sus fuerzas.
No crees una barrera emocional que nos aleja de lo real, que es aprender a sentir a flor de piel, amor, dolor, soledad, tristeza, desespero y angustia. Puede que suene algo incoherente, permitir que otro nos lastimen solo porque es natural, pero no, tampoco puedes dejar que otros te destruyan, solo sé equilibrado y aprende a conocerte para que entiendas y sepas qué vas a permitir y hasta dónde dejas que lleguen a ti.
