Hablar en público es una de las habilidades más poderosas que una persona puede desarrollar, pero también una de las más temidas. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), las personas experimentan ansiedad ante la idea de hablar en público. Sin embargo, como bien afirma Chris Anderson, curador de TED Talks, “una idea poderosa, bien comunicada, puede cambiar la manera en que las personas ven el mundo”.
El miedo escénico tiene raíces biológicas y emocionales. Según la psicóloga Susan Jeffers, autora del libro: Siente el miedo y hazlo de todos modos, este temor surge cuando creemos que no podremos manejar una situación. En el caso de hablar en público, el juicio de los demás activa nuestro sistema de alerta. Hablar en público es, justamente, un acto de valentía.
Aceptar el miedo es el primer paso para desactivarlo. El psicólogo Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotiva Conductual, enseñaba que no es el evento lo que genera angustia, sino la interpretación que hacemos de él. Cambia el “voy a fallar” por “voy a aprender”.
Para Dale Carnegie, autor del clásico Cómo hablar en público e influir sobre los hombres en los negocios, la preparación es la clave del éxito. Conocer tu mensaje, tus ideas clave y el propósito de tu intervención te da seguridad. “El conocimiento elimina el miedo”, decía.
Cuando el foco está en ti, aparece la autoexigencia. Cuando lo llevas a tu audiencia, conectas desde la empatía. Nancy Duarte, experta en storytelling y autora de Resonate, propone diseñar el discurso como un viaje del oyente, donde tú solo eres el guía.
Amy Cuddy, psicóloga social de Harvard, recomienda usar el lenguaje corporal y la respiración para reducir el cortisol (hormona del estrés) y aumentar la presencia escénica. Las pausas y la respiración consciente ayudan a centrarte y a transmitir calma.
Simon Sinek, autor de Empieza con el porqué, recuerda que los grandes líderes comenzaron dando pequeños pasos. No necesitas un escenario lleno. Puedes empezar grabando videos cortos, participando en reuniones o leyendo en voz alta.
Hablar en público no es un don, es una habilidad. Se entrena, se fortalece y se disfruta cuando conectas contigo y con tu propósito.
Como dijo Maya Angelou: “La gente olvidará lo que dijiste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”.
Nunca olvides esto: Tu voz tiene poder.
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Por: Laura Liliana Corredor Gil https://www.linkedin.com/in/laura-liliana-corredor-gil-00121a50/
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