Muchas personas dicen que mientras uno más gana más gasta. Es posible que tengan razón, pues entre más confianza tenemos en nuestros ingresos menos precavidos y un poco más impulsivos podemos tornarnos. Sin embargo, puede ocurrir que te des cuenta de que una cantidad importante de tus ingresos desapareció y no sabes en qué fue gastada.
Identificar hace parte de controlarnos y controlar por consiguiente nuestros gastos, nos lleva a poder ahorrar una parte de los ingresos mensuales y después sin ningún remordimiento poder disfrutar de variados caprichos. Esta es la combinación perfecta en cuanto a salud financiera se refiere, es una tarea que no es sencilla dado que también puede haber incertidumbre e inestabilidades causadas por algunos factores y para hablar de uno actual está la pandemia.
Aunque la pandemia ha dado un impulso importante en el ahorro de algunas personas, dado que hemos estado economizando en traslados dado el teletrabajo, incluso en comida, ocio y ropa, aun así, también,
cuando pasaron los días de confinamiento se reactivaron los sectores comerciales y muchos salieron a gastar de manera impulsiva. Estos nuevos escenarios han provocado que
muchos factores entren en juego a la hora de hacer un balance personal para planificar de manera correcta la economía propia, por ejemplo, los servicios públicos en nuestros hogares se incrementaron.
Es por esto que queremos darte dos pautas y técnicas reconocidas en el mundo financiero de cómo gestionar tu dinero:
1- La mayoría de los expertos financieros están de acuerdo con dividir los ingresos según la regla 50/30/20, lo que significa destinar un 50% de los ingresos a gastos fijos (alquiler, servicios públicos, mercado, transporte), un 30% a los gastos prescindibles y a los caprichos y un 20% al ahorro. Claramente todos estos porcentajes pueden variar de acuerdo con el salario percibido y de las circunstancias de cada persona, quizás debas aumentar ciertos porcentajes o disminuirlos.
2- Otro método muy popular y extendido en el mundo financiero es el reto de las 52 semanas, en otras palabras, un año, el cual consiste en ahorrar cada semana determinada cantidad de dinero, puedes empezar con una pequeña cantidad en la primera semana y doblarla en la segunda y así sucesivamente hasta la semana 52. Al finalizar ese año habrás acumulado una buena cantidad que puede ser un excelente punto de partida para algún proyecto.
Una de las enseñanzas que nos deja esta pandemia que parece estar a punto de terminar, es que debemos ser resilientes y adaptarnos, y para eso podemos pensar en un “colchón” económico. Este nos sirve ya sea para solucionar arreglos en nuestro hogar, solventar un pequeño contratiempo o algo de mayor gravedad como la pérdida de empleo, sin embargo, para poder crearlos es indispensable controlar los gastos, planificar adecuadamente, nunca es tarde o temprano para empezar a planificarse y así lograr que nuestra tranquilidad financieramente crezca cada vez más.
