La causa más común de acidez suele ser el consumo de demasiada comida o hacerlo de forma rápida, pero también puede ocasionarla ciertos alimentos, los medicamentos o las situaciones de estrés.
Para combatir la acidez se recomienda:
Los antiácidos son fármacos que neutralizan la acidez del jugo gástrico, por lo cual reducen:
Muchos antiácidos solo actúan mientras están en el estómago, por lo cual su efecto es pasajero. El consumo de éstos se recomienda que se haga una hora después de las comidas. Los antiácidos se clasifican básicamente en:
Los antiácidos son la forma más sencilla de tratamiento de la acidez; sin embargo, son tan eficaces que podrían ocultar algún problema o enfermedad seria a nivel digestivo, por lo cual no se recomienda su consumo frecuente. Un antiácido muy común es el que conocemos como Leche de Magnesia o Milanta, el cual se trata de una suspensión de hidróxido de magnesio.
El jugo gástrico (fluido producido por el estómago) genera las condiciones adecuadas para el desarrollo de microorganismos benéficos (flora benéfica) e impide el crecimiento de microorganismos nocivos. Por el hecho anterior, No es recomendable abusar de la ingestión de antiácidos estomacales, porque éstos disminuyen la acidez del estómago y afectan esa barrera natural que posee nuestro organismo contra microorganismos indeseables.
Si bien los antiácidos son efectivos y un alivio para la acidez, no abuses de éstos y busca con ayuda del profesional médico las causas de dicha acidez, así atacarás la raíz del problema y evitarás desórdenes en tu salud.