Lecciones de emprendimiento: cómo aprender de las caídas y volver a levantarse


16
Compartir en:

Siempre soñé con tener mi propio emprendimiento. La idea de trabajar en algo que me apasionara, sin depender de un jefe y con la posibilidad de aportar algo útil al mundo, me parecía lo máximo. Sin embargo, lo que no me contaron es que emprender es un camino lleno de pruebas, aprendizajes y, sobre todo, caídas. Y no hablo solo de lo financiero, también de lo emocional.

Mi primer intento fue improvisado: lancé un producto sin entender bien el mercado, confiando solo en mi intuición. Vendí algunas unidades, pero pronto me di cuenta de que no tenía una estrategia clara ni un plan de sostenibilidad. Al principio lo sentí como un fracaso, pero luego comprendí que todo debo verlo como un aprendizaje.

emprender

Decidí prepararme mejor. Me inscribí en capacitaciones, busqué mentorías y, sobre todo, me acerqué a los programas de fundación Coomeva enfocados en el emprendimiento. Descubrí que no bastaba solo con tener una buena idea, si no que, hay que validarla, planearla y entender a mi cliente. En estos espacios, aprendí a estructurar un modelo de negocio, a calcular costos reales y a diferenciar entre ingresos brutos y utilidad. Son cosas que parecen básicas, pero cuando estás empezando, marcan toda la diferencia.

Lo más valioso fue entender que emprender no es hacerlo sola. Al participar en espacios de networking conocí a otros emprendedores con historias similares, con quienes pude compartir dudas y también soluciones. Esa red de apoyo me inspiró a no rendirme cuando parecía que nada avanzaba.

Hoy mi emprendimiento sigue creciendo. No es una historia de éxito inmediato, sino de constancia, de madrugadas revisando estrategias, de corregir lo que no funcionó y de celebrar cada pequeño logro. Ahora sé que lo más importante no es llegar rápido, sino mantenerse firme y seguir aprendiendo en el camino.

Ser asociada a Coomeva me ha dado acceso a beneficios que hacen la diferencia, desde asesorías financieras para estructurar planes de negocio hasta líneas de crédito especiales que facilitan dar el siguiente paso. Eso me permitió pasar de soñar con un proyecto a verlo materializado.

Emprender me enseñó a confiar en mí, a tener paciencia y a disfrutar del proceso. Porque cada obstáculo no es un muro, sino una oportunidad para crecer.

 Si tienes una idea de negocio, esa que no te deja dormir, te invito a descubrir los programas de acompañamiento y financiamiento que Coomeva junto con Fundación Coomeva, tienen para los emprendedores. A veces, el empujón que uno necesita está más cerca de lo que se imagina.

Este espacio es para comentarios acerca del contenido del blog, si requiere hacer alguna solicitud o información de alguna de las empresas del grupo si es Asociado a Coomeva Cooperativa por favor puede hacerlo a través de nuestros canales de contacto.