El trekking no es solo una actividad física; es una manera de volver a lo esencial, de escapar de la rutina y de vivir de manera más plena. Incorporarlo en nuestra vida cotidiana no tiene que ser complicado. Empezar puede ser tan simple como buscar senderos locales, reservar un fin de semana para explorar una reserva natural cercana o planificar unas vacaciones donde el contacto con la naturaleza sea el centro de la experiencia. El trekking nos ofrece algo más allá del ejercicio: es una oportunidad para desconectarnos del ruido, dejar atrás el estrés y encontrar un ritmo más lento y natural.
Cada vez que sales a caminar por un bosque, una montaña o un parque, no solo fortaleces tu cuerpo, también alimentas tu mente y alma. Estar al aire libre, respirar aire puro, escuchar el canto de los pájaros o el murmullo de un río puede tener un impacto profundo en tu bienestar. Estudios han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta la creatividad. Incluso si solo puedes hacerlo ocasionalmente, esa desconexión de la vida diaria te renueva.
Otra gran ventaja del trekking es que no requiere mucho para empezar. Un par de botas cómodas, una mochila ligera y ganas de caminar son suficientes para disfrutar de una caminata en la naturaleza. Si te sientes más aventurero, con el tiempo puedes lanzarte a rutas más largas o incluso viajes de varios días, donde cada amanecer y atardecer en la naturaleza se convierte en un momento único. Al final, lo que importa no es la distancia que recorras, sino la experiencia y la conexión que desarrolles con el entorno.
Incorporar el trekking en tu vida también te enseña el valor de cuidar lo que nos rodea. Aprendes a caminar sin dejar rastro, a respetar el entorno, a apreciar lo que tienes delante. Con cada paso que das, no solo disfrutas del presente, sino que también contribuyes a preservar la naturaleza para las generaciones futuras.
Así que, si buscas un escape o una forma de mejorar tu salud física y mental, el trekking es una opción ideal. No importa si empiezas con pequeños senderos cerca de casa o te aventuras en reservas naturales más remotas. Lo esencial es dar ese primer paso, respirar profundamente y disfrutar del camino.
Además, muchas cooperativas, como Coomeva, ofrecen programas de turismo y recreación que pueden facilitarte el acceso a estos espacios protegidos, permitiéndote descubrir lugares nuevos mientras cuidas de ti mismo y del planeta. Te invito a que conozcas los programas de recreación y turismo que ofrece la Cooperativa Coomeva para sus asociados.