En este blog, hablaremos de las esponjas humanas, los niños. ¿Y por qué les decimos así?, bueno, hay muchos estudios científicos que avalan esta frase y vamos a nombrar algunos y justificaremos estos estudios.
Según María Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. El niño aprende a hablar, escribir y leer de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr, etc. Es decir, de forma espontánea.
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Cuando los bebés nacen y hasta aproximadamente los tres años, tienen flexibilidad en su cerebro, por eso se dice que son esponjas, aprenden todo lo que ven a su alrededor, por ser niños no significa que no analicen, los niños copian nuestro actuar y lo plasman en su cerebro y subconsciente, haciendo de esto un hábito, con normas o valores, es por eso debemos ser conscientes de lo que le enseñamos.
Cada día podemos escuchar a muchas personas o los mismos padres diciendo que los niños de antes no son como los de ahora, y es verdad, ahora tenemos mucha tecnología, y los niños son más precoces, y más curiosos queriendo aprender y ver lo vemos, pero de nosotros depende que le vamos agregando a su cerebro, estas esponjitas, las podemos llenar de amor, de tolerancia, de buenos valores, de lectura, de opiniones sanas, y de sin número de detalles que esperamos que tengan en un futuro para toma de buenas decisiones.
Cuando decimos que los niños son como esponjas, debemos explotar ello, estudios demuestran que los idiomas se aprenden mejor cuando somos pequeños, que la plasticidad del cerebro en la infancia es irrepetible.
Pero queda un interrogante, como padres, abuelos, abuelas, tíos, tías, hermanos o hermanas, amigos cercanos, ¿Qué les estamos enseñando?, ¿Qué pueden ver ellos de nosotros, de lo cual nos sintamos orgullosos de decir eso me lo saco a mí?, eso se lo enseñe yo, y es que muchas ocasiones alentamos los malos comportamientos de un niño o le celebramos actitudes que no son buenas, porque como son pequeños se ven chistosos, pero si pudiéramos mirar así el futuro y darnos cuenta del grave error que estamos cometiendo no lo haríamos.
Si formáramos seres con valores, y revisamos nuestros comportamientos podríamos trasmitir cosas buenas a los niños, ya que hoy en día, debe de pesar lo que enseñamos en casa, porque la sociedad está cambiando y hay muchos pensamientos los cuales los niños deben de tener claridad y tomar decisiones si es bueno, malo o por qué, que ellos puedan analizar lo que van a hacer y no dejarse llevar como las hojas que lleva el viento.
Ellos son seres extraordinarios y mi consejo hoy es, impulsemos de nuevos los valores, las normas con amor y tolerancia, hablemos con ellos, mostremos que es mejor un buen libro o una lectura, que el uso indiscriminado de las plataformas virtuales, en las cuales ellos corren mucho peligro.
Hoy invito a llenar estas hermosas esponjas humanas de nuevos hábitos para tener un futuro mejor.
