¿Cómo ayuda a nuestra salud la psiconeuroinmunología?

Cuando enfermamos buscamos respuestas que generalmente lleva a confrontarnos ante la vida, reclamando de manera clara las razones por las cuales pudo pasarnos, generando cargas emocionales que nos afectan tanto física como mentalmente, en este sentido y con el fin de prevenir el desarrollo de innumerables enfermedades, actualmente es relevante el responsabilizarnos de nuestra salud, llevando a cabo unos hábitos adecuados de alimentación, así como la importancia de la actividad física para nuestra vida tanto para los niños como para los adultos.

El objetivo de este blog es comprender un poco algunos aspectos que propone la psiconeuroinmunología, sobre todo cuando llega a nuestra vida un diagnóstico que afectan nuestra salud, comprender un poco esta ciencia puede ayudarnos grandemente a tener un manejo distinto de la enfermedad.

La psiconeuroinmunología (PNI), es la ciencia que estudia las interrelaciones entre el sistema inmunológico, endocrino y nervioso central. (Castes 2015). Dentro de la PNI existe una “conversación permanente que sostienen tres importantes sistemas. El Sistema Nervioso Central, que no es otra cosa que nuestro cerebro, nuestra mente, nuestra psique; el Sistema Endocrino, conjunto de glándulas que se encargan de la producción de hormonas; y el Sistema Inmunológico, que será el encargado de la defensa del organismo, protegiéndonos de microorganismos tales como: bacterias, hongos, parásitos y virus, y también de células tumorales”.

Lo anterior traduce como estos tres importantes sistemas de nuestro organismo, se comunican entre sí y como si logramos comprender que todo lo que pasa por nuestra mente va a estar inmensamente relacionado con lo que pase con nuestro cuerpo, podremos además de asumir un tratamiento médico prescrito como tal poder asumir algunas herramientas que van a ayudar a esa recuperación que todos deseamos cuando enfermamos.

Algunos autores describen factores que favorecen nuestro sistema inmunológico. Bernie Siegal afirma “El amor incondicional es el más poderoso estimulante del sistema inmunológico”. El Dr. Siegal, al igual que Hipócrates, dice: “No existen enfermedades incurables, solo personas incurables”, haciendo un mayor énfasis en la persona que en la enfermedad (Siegal, 1999). Aspecto que pone en relevancia la importancia que tiene el manejo que damos a dicha enfermedad.

Entre las varias herramientas que algunos autores han sugerido cuando atravesamos alguna enfermedad, es la imaginación guiada (Portery Norris, 1991). La siguiente frase, expresada por la neurocientífica Candace Pert (1998), expresa claramente el significado de esta extraordinaria herramienta: “La meditación, la relajación o la imaginación guiada son formas de entrar en la conversación interna del organismo, interviniendo conscientemente en sus interacciones bioquímicas”, por tanto, hacer uso de las mismas puede ser una herramienta útil y sobre todo válida para complementar nuestro tratamiento.

Partiendo del libro de Marienela Casten sobre Psiconeuroinmunología, comparto algunas precisiones que la autora realiza sobre tan importante disciplina y el tema del Blog:

• Comprender muy bien tu diagnóstico, tener claridad sobre cómo funciona tu organismo en relación con lo que pasa contigo, síntomas y por supuesto la respuesta que el mismo realizará al tratamiento, permitirá de alguna manera tener mayor alivio sobre la situación. “Nos sentimos mejor con nosotros mismos cuando creemos tener el control de lo que nos está ocurriendo”. 

• Algunos autores han sugerido técnicas como son la meditación, la relajación, la oración o la imaginación guiada, puesto que permite un estado elevado de conciencia en donde somos capaces de aprender y en muchos casos de establecer un diálogo efectivo, consciente y constructivo con nuestro organismo, más esperanzador y no solo desde lo negativo de la enfermedad.

• Es importante encontrar momentos de tranquilidad, recogimiento y silencio que nos permitan acceder a ese espacio interior. Si estamos todo el día conectados con lo exterior, llámese televisión, celulares, internet, o redes sociales, entre otras, no se establecerá el marco mental adecuado para que esos cambios ocurran.

• Debemos responsabilizarnos por nuestra salud y por nuestro cuerpo no solo esperar a que allá un diagnostico para cuidarnos, sino como una medida preventiva, ya que “Las enfermedades no ocurren y evolucionan por azar, sino que acondicionamos las circunstancias para que acontezcan y, lo que es más delicado aún, permitimos que evolucionen hacia etapas más graves”. 

• No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos, la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno. Albert Einstein.