Los consejos que recibimos sobre como cuidar nuestras finanzas personales muchas veces pueden ser confusas pues suelen usar terminología no común para nosotros. Es por eso que aquí estamos enfocados en hacer las cosas más dinámicas para que consigas manejar mejor y más ágil tu dinero sin tener esa sensación de no poder llegar a fin de mes.
Un buen manejo de las finanzas comienza con algo obvio pero que no todos tenemos en cuenta y es que no podemos tener más egresos que ingresos, quiere decir, no gastar más de lo que ganamos, en el caso de gastar más de lo que nos ganamos perderíamos el punto de equilibrio. Se hace vital que creemos un presupuesto mensual o semanal que nos permita saber con seguridad nuestros límites y así aprender a ser cuidadosos a la hora de un gasto.
Debemos ir de la mano del ahorro, el ahorro no nos debería causar la misma sensación de una dieta, esa sensación de estarlo haciendo forzadamente no es benéfica pues al menor pico alto de emoción podríamos echar mano de nuestros ahorros (así como sucede con la comida) y tirar todo el esfuerzo inicialmente trabajado.
Ahorrar debe verse como un ejercicio saludable para nuestro bolsillo, un respaldo que tenemos en caso tal de que tengamos algún gasto imprevisto. Para que el ahorro no se convierta en una cruz difícil de cargar debemos planificar y definir metas financieras, mi consejo es que las metas que son a largo plazo las dividas y crees pequeñas metas, es así más fácil de llegar a ese gran objetivo. Deberíamos saber que es muy difícil llegar a un lugar si no sabemos para donde vamos.
Identificar de donde vienen tus ingresos, quiere decir, la totalidad de ellos, hará que le brindes una mayor eficiencia y valor a tu tiempo, podrás definir qué actividades debes promover para generar esos ingresos y cuales desechar. Esto nos lleva a que un paso obligatorio es definir tus gastos en fijos y variables, ¿has oído sobre los gastos hormiga? Los gastos fijos son aquellos que no pueden desaparecer pues sencillamente te ayudan a sobrevivir, sin embargo, los gastos variables u “hormiga” son aquellos gastos mayoritariamente pequeños que sin que te des cuenta crean un enorme agujero en tus finanzas. Diferenciar uno del otro es vital para saber qué gastos es necesario dar de baja y así liberar recursos que pueden usarse en cosas más productivas.
Ya hablamos de que los gastos fijos no se pueden desaparecer, pero ¿Qué tal si pensamos en que de alguna manera podríamos reducirlos? Los gastos fijos representan en su mayoría, renta, servicios públicos, alimentación,
pese a esto, gastar menos en ellos es posible, solo debes hacerte un poco mas consciente de cual es el uso que le das a cada uno para ahorrar un poco, por ejemplo, identificar si es posible consumir menos electricidad
cambiando todos tus bombillos tradicionales por unos de tecnología led o cambiar la batería sanitaria de tus baños por unos de gastos menores en litros de agua en cada descarga.
Cuidar y manejar adecuadamente tus finanzas es una labor que solo se logra con la adecuada disciplina, la vida financiera con buena salud es una faceta muy importante para ti y para tu familia.