Estudiar un posgrado, ya sea una especialización, maestría o doctorado, es una meta que cada vez más personas se plantean con el objetivo de fortalecer su perfil profesional y aspirar a mejores oportunidades laborales.
Sin embargo, al igual que ocurre cuando se elige un pregrado, aparecen muchas preguntas respecto a los factores que influyen en esta decisión. Trataré de despejar algunas a continuación.
Una pregunta esencial para empezar. Es importante que definamos cuál es nuestra proyección profesional y planeemos la hoja de ruta que vamos a seguir para lograrla. No se trata simplemente de “estudiar por estudiar”, sino de que esa formación agregue valor a nuestro perfil.
En el proceso de búsqueda de un posgrado vale la pena revisar diferentes opciones dentro de nuestras aspiraciones, comparar los planes de estudio y conversar con personas que ya han vivido esta experiencia.
Ten en cuenta también que los posgrados tienen varios niveles que tienen diferentes condiciones y duraciones de tiempo. En Colombia tenemos principalmente tres: especialización, maestría y doctorado. La primera tiene una duración de un año, la segunda de dos y la tercera de tres a cinco.
Es importante ser conscientes que estudiar un posgrado implica una buena dedicación de tiempo para cumplir con las clases programadas, los talleres que se generen a partir de estas y la elaboración del trabajo de grado. Es por eso que elegir adecuadamente nos hará más fácil el camino, ya que estaremos dedicando nuestro tiempo, esfuerzo y dinero en un campo de acción que nos apasiona y al cual nos queremos seguir dedicando.
Iniciar un posgrado inmediatamente después de haber terminado el pregrado no será la mejor idea si aún no tenemos claro en qué campo de acción nos queremos enfocar. Todas las carreras tienen diferentes enfoques por los cuales inclinarse y es por eso que, si queremos pasar por varios de ellos, será mejor esperar a que nos hayamos decidido por uno antes de emprender una formación adicional.
Un apunte para no olvidar: si apenas estamos iniciando nuestra vida laboral y decidimos estudiar un posgrado, es fundamental que estemos al mismo tiempo sumando experiencia. Aunque el título nos dé un respaldo académico del conocimiento especializado en una materia, es la experiencia laboral la que confirmará y hará más valiosa esa formación recibida.
Existen varias razones por las que decidimos tomar una formación de este tipo y de estas depende, en parte, las ventajas que podamos obtener al recibir este título. Así que la siguiente lista de beneficios puede acoplarse o no a nosotros dependiendo de nuestros intereses y necesidades.
El primer paso es tener claro el campo en que queremos realizar nuestro posgrado. A partir de ahí, debemos iniciar una búsqueda amplia de las instituciones de educación superior que ofrezcan formaciones en ese campo. Como se mencionaba en el primer punto, es importante comparar los planes de estudio y hablar con profesionales que los han cursado.
También es común la pregunta sobre qué es más apropiado, si estudiar en el país de residencia o en el exterior. La formación académica en otro país siempre será una gran oportunidad para vivir nuevas experiencias, conocer culturas y fortalecer la red de contactos, pero es importante tener en cuenta que no todos los posgrados cursados en el exterior, sobre todo los “máster” internacionales, son validados por el Ministerio de Educación en Colombia.
Y en último lugar está, por supuesto, la pregunta sobre el dinero. Estudiar un posgrado, sobre todo en países como Colombia, suele parecer bastante costoso. Por eso, en el proceso de planeación para tomar este tipo de estudios también debe entrar en consideración el tema económico.
Entre las opciones a escoger están el ahorro programado, los préstamos o las becas. Y como este es el blog de Coomeva, obviamente recomiendo la oferta crediticia que brinda esta cooperativa, con tasas preferenciales para asociados y nuestro grupo familiar primario.