La equidad de género en Colombia ha sido un tema crucial en el desarrollo social y económico del país en las últimas décadas. Si bien se han logrado importantes avances en la protección de los derechos de las mujeres, aún existen barreras significativas que limitan su plena participación en diferentes ámbitos. A través de un enfoque inclusivo y solidario, es posible avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa para todos.
La Constitución de 1991 y leyes como la Ley 823 de 2003 y la Ley 1257 de 2008 han establecido el marco legal para la igualdad de derechos y la protección contra la violencia de género. Sin embargo, la realidad muestra que todavía hay camino por recorrer.
Colombia ocupa el puesto 45 de 146 países en el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial. Aunque ha habido mejoras en algunos sectores, la desigualdad persiste, especialmente en el ámbito laboral, donde las mujeres ganan alrededor de un 20% menos que los hombres en trabajos equivalentes. Además, el acceso a puestos de liderazgo en el sector privado sigue siendo limitado para las mujeres.
Otro desafío significativo es la violencia de género. En 2023, la Fiscalía General de la Nación reportó más de 30,000 casos de violencia intrafamiliar, en su mayoría contra mujeres. A pesar de los esfuerzos para reducir la violencia, muchas mujeres enfrentan barreras para acceder a la justicia y obtener protección efectiva.
Las cooperativas pueden ser un motor de cambio en la promoción de la equidad de género. Organizaciones como Coomeva, con su enfoque inclusivo, brindan a mujeres y hombres las mismas oportunidades para desarrollarse profesional y personalmente. A través de programas de educación financiera y apoyo al emprendimiento, ayudan a empoderar a las mujeres económicamente.
Además, pueden adoptar políticas de equidad de género, como la paridad en sus órganos de gobierno y la creación de espacios de trabajo que favorezcan el equilibrio entre la vida laboral y personal. Esto no solo mejora las condiciones para las mujeres, sino que fortalece las organizaciones y sus comunidades.
Colombia ha recorrido un largo camino en la promoción de la equidad de género, pero todavía queda mucho por hacer. Las cooperativas, con su enfoque basado en la solidaridad y la igualdad, tienen un papel crucial en este proceso. No solo pueden empoderar a las mujeres económicamente, sino también ser líderes en la transformación hacia una sociedad más equitativa y justa.
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Fuentes:
