A menudo, algunos profesionales se enfrentan a un problema común: la falta de tiempo. Por eso, es importante aprender a optimizar el proceso de redacción para crear contenido efectivo en menos tiempo sin que sea afectada la calidad. No olvidemos que el contenido textual es pieza fundamental para la construcción y el fortalecimiento de marcas personales y empresariales.
Responde estas preguntas: por qué, a quién, qué, cómo, dónde y cuándo quiero comunicar. Si tienes claro desde el inicio estas respuestas te permitirá enfocarte en un mensaje eficaz, evitando la dispersión. Saber qué tipo de lector tienes te permitirá adaptar el tono y estilo de manera adecuada, ahorrarás tiempo en ediciones.
Para redactar de forma rápida y efectiva te ayudará a tener una estructura clara antes de escribir. Puedes iniciar dividiendo tu contenido en tres partes básicas:
Así, te dará una hoja de ruta. También, dentro del cuerpo, divide las ideas en subtítulos que guíen al lector.
Asigna tiempos específicos para cada etapa del proceso, te ayudará a mantener el enfoque en la revisión y corrección del texto. Por ejemplo, crea intervalos de tiempo de a 25 minutos solo para la redacción de un borrador, 25 minutos para la revisión y otros 25 para los ajustes finales. Y entre cada intervalo descansas 5 min. Esta técnica, conocida como Pomodoro, mejora tu productividad y evita que dures mucho tiempo en un solo paso.
¡Ahorra tiempo! No siempre debes crear contenido nuevo, puedes reutilizar y adaptar el que ya tienes. Si has escrito artículos, casos de estudio o realizado publicaciones en otras plataformas, puedes transformar esas ideas y adaptarlas a las necesidades de tu objetivo y público actual.
Dedica tiempo a buscar temas en tendencia, hacerte preguntas que tus clientes podrían tener y anotar ideas que surjan espontáneamente. Cuando llegue el momento de redactar, podrás acudir a esa lista y elegir una idea que se alinee con tus objetivos.
Recuerda: ten una hoja y esfero en la mesa de noche. Suelen aparecer buenas ideas cuando vamos a dormir.
Esto puede retrasarte innecesariamente. Si bien es importante revisar tu contenido para corregir errores ortográficos o gramaticales, evita dedicar demasiado tiempo a buscar la perfección. Recuerda que el contenido efectivo es aquel que comunica claramente un mensaje, no el que es impecable en cada detalle.
Si definitivamente el ritmo agitado de tu día a día no te permite crear contenido profesional, es posible que sea el momento de considerar la delegación a un profesional que te ayude a crear contenido optimizado.
La creación de contenido es una herramienta que, como proceso, si lo desarrollas de manera estratégica, te ayudará a construir y fortalecer tu marca.
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Por: Laura Liliana Corredor Gil https://www.linkedin.com/in/laura-liliana-corredor-gil-00121a50/
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