La cata de vinos es una cuestión de técnica que puede ser aprendida y mejorada con la práctica. En términos generales, todos tenemos la misma capacidad sensorial para apreciar las cualidades de los vinos.
El catador experto valora la estructura y elaboración del caldo y una vez que ha concluido el análisis, comentará si el vino es de su agrado o no. La dificultad de la cata radica en valorar de forma objetiva un vino desde el uso de unos sentidos que son subjetivos.
En una cata se debe coger la copa de una forma especial, que permita examinar el vino en toda su extensión. Se debe coger la copa de tal forma que se pueda agitar e inclinar, con el objetivo de observar el color, la fluidez y la limpidez del vino. La copa debe cogerse por el mástil sin tocar la parte de la copa que contiene el líquido, para no calentarlo ni enfriarlo.
Para analizar la fluidez, se debe agitar la copa de vino para comprobar cómo fluye. La limpidez indica cómo ha sido elaborado un vino, si ha tenido problema de filtración o alteración, Si no se observa nada, el vino se clasifica como límpido o cristalino.
1. Mover la copa para apreciar el color del vino, para lo cual se requiere de buena luz y un fondo blanco. El color del vino depende de factores como: variedad de uva, elaboración, crianza y estado evolutivo. Un color intenso y brillante es propio de un vino concentrado, mientras que un color poco intenso es propio de un vino ligero.
2. Apreciar los ribetes o reflejos y colores de estos, los cuales informan sobre la edad y estado de evolución del vino. Cuando el vino tinto es joven, los reflejos son morados o violáceos, mientras que en los vinos son evolución, son anaranjados.
3. Enseguida se debe aspirar con los ojos cerrados y en forma larga y profunda, tratando de memorizar y catalogar los perfumes que hueles.
4. Luego debes tomar un pequeño trago, y pasarlo por tu boca, empapando tus papilas gustativas y tu paladar durante varios segundos, tiempo en el cual debes tratar de identificar sabores y consistencia del vino.
5. Al degustar el vino confirmamos la información que hemos obtenido visual y olfativamente. Si se van a catar varios vinos, es recomendable escupir “el caldo” para que la boca no quede impregnada con su sabor.
La virtud del catador consiste en descubrir todo el universo aromático de los vinos.
Lo que diferencia a un vino de otro es principalmente:
