En tiempos donde adquirir vivienda propia puede parecer un sueño lejano, sobre todo para mujeres jóvenes o profesionales en crecimiento, pensar en comprar casa junto a una mejor amiga puede ser más que una idea creativa: una estrategia inteligente.
En Colombia, los altos costos de vida, los arriendos en aumento y los requisitos de los créditos hipotecarios pueden dificultar que una persona sola asuma el reto de adquirir vivienda. Sin embargo, compartir esta meta con alguien de confianza como tu mejor amiga puede abrir nuevas puertas financieras y personales.
1. Mayor capacidad financiera conjunta:
Al unir ingresos, es más fácil acceder a un crédito hipotecario de mayor monto, lo que amplía las opciones de vivienda. Dos ingresos estables pueden fortalecer la solicitud ante una entidad financiera, mejorar las tasas de interés y permitir una cuota inicial más robusta.
2. Compartir gastos y responsabilidades:
Dividir pagos de servicios, administración y mantenimiento reduce la carga individual. Además, compartir un hogar con alguien que conoces bien y en quien confías puede hacer más llevadera la convivencia y los retos cotidianos.
3. Construir patrimonio mientras disfrutan juntas:
Más que compartir techo, pueden construir una inversión a largo plazo. Comprar casa no solo da estabilidad, también es una forma de generar patrimonio. En el futuro, si ambas deciden vender, pueden recuperar o incluso aumentar su inversión.
1. Formalizar el acuerdo:
Antes de lanzarse, es clave firmar un acuerdo legal que defina la propiedad (50/50 u otro porcentaje), responsabilidades de pago, reglas de convivencia y qué hacer en caso de que alguna desee vender su parte o mudarse. Este documento puede ser redactado con ayuda de un abogado.
2. Evaluar la compatibilidad de estilos de vida:
Aunque sean amigas, vivir juntas requiere acuerdos sobre horarios, visitas, limpieza y demás aspectos del día a día. Una conversación honesta antes de comprar evitará conflictos futuros.
3. Estudiar bien el proyecto de vivienda:
Buscar juntas la casa ideal puede ser emocionante. Elijan un proyecto que se acomode al presupuesto y a las necesidades de ambas. Revisen ubicación, seguridad, transporte y potencial de valorización.
Comprar una casa en conjunto con tu mejor amiga puede ser una forma innovadora, emocionalmente satisfactoria y financieramente viable de alcanzar el sueño de tener vivienda propia en Colombia. Mi consejo personal es buscar en Bancoomeva todo el apoyo financiero con sus diferentes productos para que te proyectes con fondo de emergencia, planes de ahorros, entre otros.