El design thinking es un método para obtener nuevas ideas y soluciones que atiendan las necesidades de los usuarios. Intenta entender qué quiere el público y trabaja con estrategias específicas para lograrlo.
Esta técnica proviene de la forma de pensar de los diseñadores de productos, de allí su nombre. Surgió en Estados Unidos en los años 70, pero en los últimos años ha tomado mucha más fuerza
y se aplica en diferentes contextos. Por ejemplo, se usa para definir modelos de negocio, mejorar procesos productivos o desarrollar proyectos más creativos.
El design thinking es un método que ayuda a potenciar la creatividad y la capacidad de análisis a la hora de resolver problemas e idear propuestas innovadoras. Puede aplicarse a la mayoría de los ámbitos de actividad. Por eso, hoy lo utilizan empresas tan diferentes como Google, Nike o Mercado Libre.
Puede considerarse como un proceso durante el cual se van haciendo hallazgos (insights) que nos van llevando paso a paso hacia los resultados. Estos se dividen, a su vez, en fases necesarias para llevar adelante un proyecto de forma exitosa. A continuación, definimos las etapas del design thinking y te damos ejemplos de cómo aplicarlas en tu propio emprendimiento.
Consiste en entender cómo piensan las personas, qué desean y qué buscan. Si vas a lanzar un producto o servicio es para satisfacer alguna necesidad. Entonces, lo primero es detectar cuál es y cómo tu marca va a responder a esa demanda del público. Algunas de las técnicas propias de la etapa de la empatía son:
Por ejemplo, en esta fase puedes ayudarte leyendo reseñas y comentarios en redes sociales; observar lo que las personas publican y comparten; ver las tendencias de Instagram o TikTok; conocer los videos más vistos de YouTube; entre otras posibilidades.
Esta etapa del design thinking consiste en procesar los datos obtenidos en la fase de empatía. Has recopilado un montón de información, ahora debes seleccionar la que te aporte valor para tu proyecto. Estás listo para descubrir nuevos puntos de vista e identificar el problema que tu producto o servicio va a resolver.
Te sugerimos algunas de estas técnicas para procesar la información recolectada:
Es el momento de pensar posibles soluciones para ese problema que has descubierto. Debes generar tantas opciones como puedas. Una de esas propuestas será la esencia de tu negocio, lo que vienes a ofrecer.
Es importante que al principio no descartes ninguna posibilidad. Considera todas las alternativas sin prejuicios y mantén la mente abierta. Estas son algunas de las técnicas en la etapa de ideación:
● Maquetas.
● Brainstorming o lluvia de ideas.
● Listas de preguntas.
Imagina que te dedicas al rubro de limpieza del hogar. ¿Qué productos y servicios necesitan tus clientes? ¿Puedes crear un nuevo concepto de limpieza profunda? ¿Hay servicios especiales, por ejemplo, si hay enfermos en casa?
“Prototipar” significa construir un modelo o prototipo. En esta fase, tu proyecto pasa de ser una idea a hacerse realidad. Cuando plasmas un concepto en algo concreto y tangible, puedes ver claramente sus aciertos y errores. Gracias al prototipado, detectas qué debes ajustar o mejorar antes de llegar a la versión final. Incluye técnicas como las siguientes:
No sólo puedes construir el prototipo de tu producto, sino también probar el branding o diseño de tu marca. Por ejemplo, si tu negocio se basa en una app móvil, lanza una versión beta. Los usuarios pueden probar cómo funciona y darte feedback sobre su diseño.
La última fase del design thinking es la evaluación o testeo. Se trata de poner a prueba los prototipos que hemos desarrollado con usuarios reales. Esto es fundamental porque nos permite identificar fallos y errores, o necesidades que aún no hayamos logrado resolver.
Las experiencias de las personas son la información más valiosa que podemos obtener para mejorar nuestro producto o servicio. ¿Cómo aplicar la fase de testeo?
Estas son algunas de las posibilidades:
Si tienes un emprendimiento de cosmética, por ejemplo, puedes conseguir voluntarios que prueben tus productos en casa y te cuenten cómo fue su experiencia.
El design thinking es una gran herramienta para desarrollar un emprendimiento de manera creativa y eficiente. Guíate por las fases del método, aplícalas en tu negocio y alcanza los resultados que esperas.