
En un mundo cada vez más acelerado y dominado por pantallas, la necesidad de reconectar con la naturaleza ha tomado protagonismo. La ecoterapia, también llamada terapia verde, propone precisamente eso: utilizar el contacto con espacios naturales como medio para mejorar la salud mental y física. Más que una tendencia, es una práctica respaldada por investigaciones que demuestran cómo la exposición a ambientes naturales puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar una sensación de bienestar integral.
Diversos estudios han mostrado que pasar tiempo al aire libre disminuye los niveles de cortisol, hormona asociada al estrés. Caminar por un parque, contemplar un río o realizar actividades en un bosque genera efectos calmantes que difícilmente se obtienen en entornos urbanos. Estos espacios naturales actúan como escenarios restauradores, permitiendo que la mente descanse de la sobrecarga de estímulos cotidianos.
Incorporar la ecoterapia no exige viajes largos ni grandes inversiones. Actividades simples como cuidar un jardín, practicar senderismo en reservas locales o realizar ejercicios de respiración bajo la sombra de un árbol son suficientes para experimentar sus beneficios. Incluso en contextos urbanos, destinar algunos minutos a caminar en zonas verdes cercanas puede marcar una diferencia significa va en el estado emocional.
La ecoterapia no solo fortalece la salud mental, también fomenta la conexión social. Realizar actividades grupales en espacios naturales, como caminatas comunitarias o huertas compartidas, potencia el sentido de pertenencia y reduce la sensación de aislamiento. Al mismo tiempo, despierta un compromiso hacia el cuidado ambiental, recordando que la salud de las personas está íntimamente ligada a la del planeta.
El contacto con la naturaleza no solo relaja, también estimula la creatividad y la concentración. Por eso, algunas empresas promueven pausas activas al aire libre o integran zonas verdes en sus oficinas. Esta práctica contribuye a disminuir el agotamiento laboral y potencia la generación de ideas innovadoras, lo que demuestra que la ecoterapia también puede ser una aliada en el ámbito profesional.
Más que una técnica puntual, la ecoterapia puede convertirse en un estilo de vida. Programar tiempo para interactuar con entornos naturales, ya sea en actividades recreativas, laborales o familiares, ayuda a construir rutinas más equilibradas. Con ello, no solo se obtiene bienestar inmediato, sino también un mayor nivel de resiliencia frente a las exigencias diarias.

En síntesis, sanar conectándose con la naturaleza es una oportunidad para recuperar el equilibrio perdido en medio del ritmo acelerado de la vida moderna.
Desde Coomeva, se promueve el acceso a prácticas que fortalezcan la salud emocional, invitando a sus asociados a descubrir en la naturaleza una fuente inagotable de bienestar y armonía.
Referencias
• Kaplan, R., & Kaplan, S. (1989). The Experience of Nature: A Psychological Perspec ve. Cambridge University Press.
• Berman, M. G., Jonides, J., & Kaplan, S. (2008). The Cogni ve Benefits of Interac ng with Nature. Psychological Science, 19(12), 1207-1212.