Estudiando un diplomado de liderazgo, me encuentro con los modelos de gestión del cambio, algunos con ciertas similitudes, otros completamente diferentes y empiezo a percibir que ya sea en la implementación de nuevas tecnologías, la adopción de procesos mejorados o la respuesta a dinámicas del mercado, las organizaciones deben adaptarse continuamente para mantenerse competitivas. Sin embargo, gestionar el cambio de manera efectiva no es tarea fácil. Aquí es donde entra en juego el modelo de gestión del cambio ADKAR, una metodología centrada en las personas que ayuda a impulsar la transformación organizacional con éxito.
El modelo ADKAR es un enfoque estructurado para gestionar el cambio a nivel individual. Desarrollado por Jeff Hiatt, fundador de Prosci, una reconocida empresa de consultoría en gestión del cambio, ADKAR es un acrónimo de los cinco elementos clave necesarios para que una persona atraviese con éxito un cambio:
Conocimiento (Awareness): implica comprender por qué el cambio es necesario y qué implica para el individuo y la organización.
Deseo (Desire): se refiere a la voluntad y la motivación para participar y apoyar el cambio.
Conocimientos (Knowledge): aquí entra en juego la capacitación y la adquisición de habilidades necesarias para realizar con éxito las nuevas tareas o procesos asociados con el cambio.
Capacidad (Ability): implica la capacidad de las personas para implementar el cambio en su trabajo diario. Esto va más allá del conocimiento técnico y se refiere a la capacidad real de aplicar lo aprendido en situaciones prácticas.
Refuerzo (Reinforcement): se trata de asegurar que el cambio se mantenga a lo largo del tiempo. Esto implica recompensar y reconocer los comportamientos deseados, así como eliminar los obstáculos que puedan surgir en el camino.
Para utilizar con éxito el modelo ADKAR, las organizaciones deben adoptar un enfoque proactivo y centrado en las personas. Esto implica:
Comunicación clara y constante: del propósito y los beneficios del cambio, así como proporcionar información sobre cómo afectará a las personas en un nivel individual.
Involucramiento y participación: involucrar a las personas desde las primeras etapas del cambio fomenta un sentido de propiedad y compromiso, lo que aumenta la probabilidad de éxito.
Apoyo y recursos: en forma de capacitación, recursos o asesoramiento, es fundamental para ayudar a las personas a superar las barreras asociadas con el cambio.
Evaluación y ajuste: monitorear continuamente el progreso del cambio y estar dispuesto a ajustar la estrategia para abordar las preocupaciones o resistencias que puedan surgir.
En mi opinión, el modelo ADKAR ofrece un marco sólido y holístico para gestionar el cambio de manera efectiva. Es así como la educación nos lleva a aplicar estas metodologías a nivel profesional y en diferentes escenarios. Si eres como yo y también te gusta estudiar mucho, te recomiendo los convenios que tiene Coomeva Educación y así fomentar nuestras oportunidades profesionales.