Emprender está de moda, dicen muchos. Y aunque las redes sociales están llenas de frases motivacionales, fotos de laptops frente al mar y la promesa de “ser tu propio jefe”, la realidad del emprendimiento es muy distinta: está llena de desafíos, miedos, tropiezos y decisiones difíciles. Pero también, de aprendizajes profundos, logros que saben a gloria y la satisfacción única de construir algo propio desde cero.
Más que una moda, emprender es un acto de coraje. Es atreverse a creer en una idea cuando nadie más la entiende. Es levantarse temprano para trabajar en silencio mientras el mundo duerme. Es presentar una propuesta y recibir un "no", una, dos, diez veces… hasta que llega el sí. Es aprender a administrar el tiempo, el dinero y la energía, incluso cuando las cosas no salen como esperabas.
Colombia es un país de emprendedores. Según el Global Entrepreneurship Monitor, más del 53 % de los colombianos entre 18 y 64 años ha intentado crear un negocio en los últimos años. ¿La razón? Las personas buscan independencia, mejorar sus ingresos o seguir una pasión. Pero la pasión sola no basta: también hace falta estrategia, acompañamiento y resiliencia.
Uno de los errores más comunes es creer que se debe tener todo perfecto para comenzar. La verdad es que emprender es lanzarse y ajustar en el camino. Lo importante es escuchar al cliente, aprender del error, adaptarse con rapidez y construir una red de apoyo. Otro gran reto es la soledad: al inicio, muchos emprendedores sienten que deben cargar con todo. Por eso, rodearse de personas con mentalidad similar, participar en espacios de formación y buscar aliados estratégicos, es clave para sostener el proceso.
Además, es importante tener claridad financiera desde el comienzo. Saber cuánto necesitas para operar, cuánto puedes invertir y cuál es tu punto de equilibrio te da dirección. Así mismo, entender al mercado y diseñar una propuesta de valor clara te permite destacar entre tanta competencia. No se trata solo de tener una idea bonita, sino de saber ejecutarla.
Y es ahí donde Coomeva entra como un respaldo real. Sabemos lo que implica emprender, por eso ofrecemos programas de formación empresarial, asesorías especializadas, acceso a herramientas de financiación, espacios de visibilidad y redes de colaboración entre emprendedores. A través de nuestra comunidad, no solo fortaleces tu idea, también fortaleces tu confianza. Emprender no es para valientes perfectos, es para personas reales que se atreven, incluso con miedo. Si tienes una idea rondando tu mente, este es el momento. No estás solo: en Coomeva caminamos contigo. Porque tu negocio puede ser pequeño hoy, pero tu sueño siempre será grande.
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