Hoy en día somos más digitales y remotos con la comunicación, se estima que en ambientes corporativos en promedio una (1) persona puede escribir más de 50 correos al día. De hecho, las llamadas son medios poco utilizados (a menos que estés en servicio al cliente) dado que dificultan la trazabilidad de la información y por eso se prefiere el medio escrito.
Sin embargo, aún cuando parecemos expertos elaborando y enviando correos, en muchas ocasiones cometemos errores enormes que pueden afectar la imagen especialmente porque nos acostumbramos a lo inmediato y pensamos que por esta razón la cortesía y amabilidad desaparece. Pero esto, es un error. La eficiencia no puede suprimir los códigos de conducta y de convivencia que hemos adoptado.
Te voy a contar cuáles son los 3 errores que hacen que tu mensaje no sea bien recibido y que pueda tornarse negativo para las otras personas:
Este es un error común, porque culturalmente las mayúsculas se entienden como un grito o una forma agresiva de acentuar un tema.
La eficiencia no puede suprimir los códigos de conducta y de convivencia que hemos adoptado, por eso nos gusta que nos saluden, que nos traten por nuestro nombre y que sin ser confianzudos que sean muy cercanos cuando se comunican con nosotros. Por eso te recomiendo que tu correo tenga al menos tres características para que sean recibidos de la mejor manera:
Es importante tomarnos el tiempo para revisar muy bien el mensaje que me envía la otra persona y así mismo dar respuesta a lo que nos está preguntando en su totalidad o si no solicítale a la otra persona que amplíe la información para que así puedas responder de forma completa.
Realmente hay muchas oportunidades de mejorar en nuestra comunicación, lo importante es reconocerlo, ser más empáticos y recordar que somos seres humanos que queremos ante todo una buena conversación, así sea por correo.