El café contiene entre 1,3 y 3,3 gramos de cafeína, sustancia que crea la adicción a esta bebida. Cuando consumimos de 4 a 5 tazas de café en un día, esto equivale a consumir cerca de un gramo de cafeína, lo cual es suficiente para generar un síndrome de abstinencia, sino consumimos café.
La cafeína produce insomnio o nerviosismo en personas que son sensibles a esta sustancia, por lo cual el café descafeinado representa para estas personas una solución que les permite disfrutar del café sin las cualidades que generan riesgos a su salud.
El café descafeinado surge como una medida para disminuir ese síndrome de abstinencia, eliminando los efectos adversos del consumo de esta deliciosa bebida.
Aunque los procesos de obtención del café descafeinado y liofilizado parecen sencillos, requieren de instalaciones muy sofisticadas y complejas para su elaboración, por lo cual existen muy pocas plantas de procesado a nivel mundial, lo que explica también que su costo sea elevado para el consumidor.