Las estrategias de expansión nacional e internacional son esenciales para el crecimiento sostenido de las nuevas empresas, representando una etapa crucial en su desarrollo. Para muchos emprendedores, lograr el éxito en el mercado local es solo el punto de partida; el verdadero desafío es llevar el negocio a un nivel global. Sin embargo, este proceso de expansión requiere una planificación minuciosa, evaluación de riesgos y una estrategia clara para adaptarse a distintos entornos económicos, culturales y regulatorios.
A nivel nacional, las nuevas empresas tienen varias opciones para expandirse. Una de las estrategias más comunes es la franquicia. Imaginemos a un emprendedor que ha visto el éxito de su negocio local y decide que es el momento de crecer. Optar por la franquicia le permite a este emprendedor asociarse con franquiciados que operan bajo la misma marca, extendiendo su influencia sin tener que gestionar directamente cada nuevo local. Este enfoque es ideal para aquellos cuyo productos o servicios ya han demostrado ser exitosos y cuyo modelo de negocio es replicable. Al subcontratar las operaciones, el emprendedor puede minimizar los riesgos financieros asociados con la expansión, mientras amplía el alcance de su marca.
Otra estrategia a nivel nacional es la expansión geográfica gradual. Este enfoque es útil para un emprendedor que prefiere no abarcar todo el país de inmediato. En lugar de lanzarse a un crecimiento masivo, el emprendedor puede centrarse en una región específica, analizar su dinámica y adaptar el modelo de negocio a las particularidades locales. Este método no solo ayuda a reducir riesgos, sino que también proporciona valiosa información sobre las preferencias del mercado, la logística y las regulaciones locales. Es una estrategia adoptada frecuentemente por empresas minoristas y de servicios que buscan establecer un modelo exitoso antes de escalar a nivel nacional.
En cuanto a la expansión internacional, el desafío es mayor, pero las oportunidades son significativas. La globalización y la digitalización han facilitado la entrada a mercados internacionales, pero cada país presenta sus propios desafíos. Al colaborar con una empresa o persona que conozca bien el mercado extranjero, el emprendedor puede superar obstáculos culturales y regulatorios, reduciendo el riesgo y facilitando la entrada inicial al nuevo mercado.
Además, en la era digital, muchas nuevas empresas optan por la exportación digital para alcanzar mercados internacionales sin necesidad de infraestructura física. Plataformas en línea como Amazon, Alibaba o Shopify permiten a las empresas ofrecer productos o servicios globalmente, midiendo la demanda sin establecer una presencia física de inmediato. Esta estrategia es especialmente eficaz para empresas de tecnología y bienes de consumo que se comercializan fácilmente a través del comercio electrónico.
Otra opción es formar alianzas estratégicas o empresas conjuntas con empresas extranjeras, lo que permite compartir recursos, conocimientos y riesgos, facilitando una expansión exitosa. Con los programas de emprendimiento que ofrece la Cooperativa Coomeva puedes impulsar tu negocio. Te recomiendo que los conozcas.
