Dice una frase atribuida al escritor británico Joseph Addison que “la lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo”. Y con toda razón, pues además de que esta actividad entretiene, ayuda a ejercitar el cerebro, a mejorar la concentración y capacidad de compresión, así como a aumentar la capacidad de memorizar y desarrollar el lenguaje.
Todo esto sin contar el valioso aporte de la lectura para fomentar la curiosidad y desarrollar la creatividad.
Sin embargo, a pesar de lo apasionante que puede llegar a ser esta práctica para los lectores asiduos, para otros implica todo un reto poder acostumbrarse y enamorarse de esta actividad.
Así que, teniendo en cuenta todos los beneficios de la lectura (que puedes repasar en este artículo), te dejo algunas recomendaciones para que puedas desarrollar este hábito y sacarle el mejor provecho.
Es más que obvio que un principiante en este campo no tendrá la capacidad al inicio para estar mucho tiempo frente a un libro o dispositivo electrónico leyendo, por lo que lo más recomendable es iniciar con tiempos cortos de lectura cada día.
Establece una meta, pueden ser 10 ó 15 minutos diarios que con el pasar de las semanas puedes ir incrementando. Otra opción es que te plantees la meta en cantidad de páginas o en capítulos. Al principio será difícil, claro que sí, pero una vez asumas esta costumbre, te aseguro que te apasionarás y dejarás de pensar en el tiempo.
Dice un adagio popular que “para los gustos, los colores”. Cada perfil de lector es único y tiene sus particularidades. Revisa cuál es el tipo de obras por las que más sientes atracción, si las académicas, las novelas, las historias reales o los libros de superación personal.
Como decía, cada lector es único y, por lo tanto, no podemos decir que haya cierto tipo de obras más apropiadas que otras para iniciar. Indaga por tus intereses personales, los estilos literarios que te atraigan y empieza a buscar los libros que se acoplen a ello. Puedes tomarte el tiempo de leer un poco de cada uno y encontrar allí el que más te apasione.
Para un lector principiante tampoco es una muy buena idea arrancar con libros extensos y de complejo entendimiento.
Puedes empezar con obras cortas, de 100 a 200 páginas y luego vas incrementando este número dependiendo de tu capacidad lectora.
Cuando ya tengas claro el tipo de obras que más te gusten, busca dentro de estas los temas que te generen mayor curiosidad. Por ejemplo, si te inclinas por las novelas y te llaman la atención los viajes y la aventura, puedes arrancar con referentes en este campo. Al final del artículo te dejo algunos recomendados.
En lo personal, yo disfruto mucho más los libros físicos. En el sentido profundo que tiene esta práctica, para mí sigue teniendo una magia muy especial el sentir el papel y pasar sus hojas.
Sin embargo, este puede no ser tu caso. Muchas personas prefieren los libros digitales por la facilidad para llevar las lecturas a cualquier lugar en un dispositivo electrónico.
Algunas veces, será necesario acoplarnos a las circunstancias, esto teniendo en cuenta que nos podremos encontrar con obras que queramos leer, pero que solo estén en uno de los formatos.
El espacio físico que dispongas para tu tiempo de lectura va a ser fundamental para apasionarte con este hábito. Busca un lugar en el que estés tranquilo, donde te puedas acomodar con buena ergonomía, que preferiblemente tenga poco ruido y, sobre todo, que tenga muy buena iluminación (si es natural, mucho mejor).
Tu lugar favorito puede ser una biblioteca, un café cultural, un espacio al aire libre rodeado de naturaleza o, simplemente, tu cuarto. Donde te sientas más cómodo, ese será tu espacio preferido de lectura.
Compartir sobre esta pasión con otras personas será fundamental para que te enamores cada vez más de la lectura. Conversar con otros lectores te permitirá formarte ideas nuevas sobre las obras, darte cuenta de detalles que al momento de leer no fuiste consciente o interesarte por libros que otros ya hayan tenido la oportunidad de leer.
Aquí te dejo algunos libros recomendados con los que puedes arrancar, distribuidos por los tipos de obras más comunes. No todos son de los más cortos, pero sí de lectura sencilla que, estoy seguro, te harán disfrutar el momento y enamorarte de este hábito.
Fuentes: Clínica Universidad de los Andes, Universia, Habitualmente.