El movimiento cooperativo es un ejemplo destacado de cómo las comunidades pueden unirse para resolver problemas económicos y sociales. Desde su origen en el siglo XIX en Europa hasta su adaptación en regiones como el Valle del Cauca, Colombia, las cooperativas han demostrado ser modelos de organización efectivos y solidarios.
El movimiento cooperativo moderno tiene sus raíces en Inglaterra, donde en 1.844 un grupo de tejedores conocidos como los "Pioneros de Rochdale" fundó una sociedad cooperativa en respuesta a las duras condiciones laborales de la Revolución Industrial.
Estos trabajadores establecieron principios que todavía guían a las cooperativas, como la adhesión voluntaria, la gestión democrática y la distribución equitativa de los beneficios.
El modelo se extendió rápidamente por Europa, dando lugar a cooperativas de consumo, ahorro, crédito, producción y vivienda. Durante el siglo XX, el movimiento se consolidó a nivel global con la creación de organizaciones como la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en 1895, que representa a millones de cooperativas en el mundo.
En Colombia, el movimiento cooperativo comenzó a tomar forma a inicios del siglo XX como una respuesta a la desigualdad económica y social. En 1931, se creó la Ley 134, que sentó las bases jurídicas para la creación y operación de cooperativas en el país. Este marco legal permitió que las cooperativas jugaran un papel crucial en la promoción de la economía solidaria, especialmente en las zonas rurales.
En el Valle del Cauca, una región caracterizada por su diversidad económica y cultural, el movimiento cooperativo tiene una historia significativa. A mediados del siglo XX, las cooperativas surgieron como una solución para los trabajadores del sector agrícola, quienes enfrentaban problemas de acceso al crédito y bajos ingresos. Cooperativas como Coomeva, fundada en 1964, se convirtieron en referentes del modelo solidario, ofreciendo servicios financieros, de salud y educativos a miles de asociados.
Hoy en día, el Valle del Cauca es una región líder en Colombia en cuanto a desarrollo cooperativo. Las cooperativas no solo han mejorado la calidad de vida de sus socios, sino que también han contribuido al desarrollo económico regional mediante la generación de empleo y la promoción de la economía solidaria.
El movimiento cooperativo sigue siendo un modelo relevante en un mundo que busca alternativas más justas y sostenibles. En el Valle del Cauca, las cooperativas continúan adaptándose a los desafíos modernos, como la digitalización y la sostenibilidad ambiental. Además, su compromiso con los principios de solidaridad y equidad garantiza su papel como actores clave en el bienestar de la comunidad. Si quieres hacer parte de este movimiento cooperativo, te invitamos a que te asocies a Coomeva, el lugar donde queremos darte el impulso que necesitas para alcanzar tus metas.
Referencias Alianza Cooperativa Internacional (ACI).