El campo colombiano ya no es solo sinónimo de agricultura tradicional. Hoy en día, campesinos y emprendedores rurales están liderando una verdadera revolución silenciosa: están creando modelos de negocio innovadores, sostenibles y con profundo impacto social. Con ayuda de la tecnología, la asociatividad y el enfoque ambiental, estos emprendimientos están transformando el panorama económico de las zonas rurales del país.
Un ejemplo inspirador es el de mujeres rurales en Boyacá que, con capacitaciones digitales, comercializan arepas de quinua en Bogotá y Medellín. O comunidades indígenas en el Cauca que exportan café orgánico certificado gracias a plataformas que les conectan con compradores internacionales.
Según el DANE (2024), más del 30 % de las unidades productivas rurales con modelos asociativos han aumentado sus ingresos en los últimos tres años, lo que demuestra la eficacia de este enfoque.
El rol de Coomeva
Coomeva reconoce la importancia del desarrollo rural como motor del progreso en Colombia. Por eso, apoya a emprendedores del campo con programas de crédito solidario, formación empresarial, asesoría en comercialización y alianzas con instituciones del sector agro. Esta labor ha permitido que muchos proyectos rurales pasen de la subsistencia a ser empresas sostenibles y generadoras de empleo.
Emprender desde el campo no solo es posible, es urgente y transformador. Las zonas rurales están demostrando que la innovación no es exclusiva de las ciudades. Si cuentas con una buena idea, formación y acompañamiento, también puedes hacer parte de este renacer rural colombiano.
Referencias:
• DANE (2024). Informe sobre la actividad empresarial rural en Colombia.
• Agrosavia (2023). Innovaciones tecnológicas para el agro colombiano.
• Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (2024). Estrategias para el emprendimiento rural.
• Coomeva (2024). Programas de apoyo al emprendimiento en zonas rurales.