En medio del bombardeo constante de notificaciones, redes sociales y multitarea, muchas personas están redescubriendo el valor de algo tan simple como desconectarse. Esta idea ha dado paso al JOMO (Joy of Missing Out), o “la alegría de perderse las cosas”, un concepto que invita a alejarnos de la desconexión tecnológica y reconectar con nuestro bienestar digital interior.
A diferencia del FOMO (Fear of Missing Out), que genera estrés por redes sociales al pensar que estamos perdiendo experiencias valiosas, el JOMO propone disfrutar del momento presente, sin culpa ni presión social. Es un recordatorio de que no tenemos que estar en todas partes ni hacer todo para ser felices.
De acuerdo con expertos en salud mental, el JOMO responde a una necesidad real: bajar el ritmo y recuperar nuestra paz mental. La constante comparación en redes sociales, la saturación de actividades y la necesidad de estar “conectados” puede provocar estrés crónico, fatiga emocional e incluso insomnio.
Según la psicóloga Jenny Black, autora del libro Our Digital Soul, “el tiempo que dedicamos a las pantallas no solo impacta nuestra atención, sino también nuestra autoestima y nuestras relaciones” (Black, 2023). Practicar JOMO puede ser un antídoto poderoso frente a esa presión, y cada vez más personas, especialmente jóvenes, están adoptando esta mentalidad como forma de autocuidado emocional.
Además, diversas investigaciones han demostrado que los momentos de descanso digital fomentan la creatividad, mejoran el sueño y fortalecen la salud mental en general. Es decir, perdernos de ciertas cosas, lejos de ser negativo, puede convertirse en una fuente de renovación personal.
El JOMO no se trata de aislamiento, sino de elegir con intención cómo y con quién quieres pasar tu tiempo. Es una forma de empoderarte y cuidar tu salud mental en un mundo que no se detiene.
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Bibliografía
