En el contexto empresarial, hay dos tipos de competencia: el océano rojo, lleno de rivales luchando por un espacio limitado, y el océano azul, un amplio espacio de oportunidades inexploradas. La Estrategia del Océano Azul, popularizada por W. Chan Kim y Renée Mauborgne, nos invitan a navegar hacia nuevas aguas donde la competencia es irrelevante y la innovación florece.
Imagina que estás en un mercado saturado, donde todas las empresas compiten ferozmente por la atención de los clientes. Este es el océano rojo, donde la competencia es intensa y los márgenes de ganancia se reducen constantemente. La Estrategia del Océano Azul propone escapar de esta competencia destructiva creando un nuevo espacio de mercado donde la competencia sea irrelevante.
Implica dos pasos fundamentales: la diferenciación y la reducción de costos. La diferenciación conlleva a ofrecer algo único y valioso que no se encuentra en el mercado actual, mientras que la reducción de costos implica eliminar o reducir elementos que los clientes valoran menos.
Vamos a la práctica, toma papel y lápiz para realizar este ejercicio práctico aplicando la Estrategia del Océano Azul en una Microempresa.
Supongamos que tienes una pequeña empresa que vende cupcakes en un mercado local. En lugar de competir en el saturado mercado de cupcakes, ¿cómo podrías aplicar la Estrategia del Océano Azul para encontrar nuevos clientes y aumentar tus ganancias?
Identifica los factores de competencia: analiza tu mercado actual e identifica los factores que los clientes consideran al elegir un lugar para comprar cupcakes. ¿Es el sabor, el precio, los beneficios o la variedad?
Crea un nuevo espacio de mercado: busca oportunidades para diferenciarte de la competencia. Por ejemplo, podrías ofrecer cupcakes personalizados para ocasiones especiales, como cumpleaños o bodas, o podrías experimentar con sabores únicos que no se encuentren en otros lugares.
Reduce costos innecesarios: examina tus procesos y busca formas de reducir costos sin comprometer la calidad. Por ejemplo, podrías optimizar tu cadena de suministro para obtener ingredientes a precios más bajos o podrías reducir los costos de mano de obra mediante la automatización de ciertos procesos.
Mide y ajusta: finalmente, mide el éxito de tu nueva estrategia y realiza ajustes según sea necesario. Debes estar atento a la retroalimentación de los clientes y estar dispuesto a adaptarse a medida que evoluciona tu mercado.
De esta forma, podríamos decir que la estrategia del océano azul nos ofrece una perspectiva de diferenciación para todo tipo de empresa y pretende escapar un poco de la competencia destructiva para crear nuevos espacios en el mercado y encontrar oportunidades de crecimiento.
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Fuente: libro La Estrategia del Océano Azul, W. Chan Kim y Renée Mauborgne.