Para empezar, la familia juega un papel fundamental en el desarrollo de cada una de las personas que lo conforman. siendo el primer espacio en el que aprende a desenvolverse como individuos que conforman la sociedad. En donde se forma la personalidad y valores a través de interacciones con nuestros padres y hermanos. Es importante, tener en cuenta que las primeras experiencias y recuerdos de tu hijos son fundamentales e influyen en su desarrollo y crecimiento, en lo que ellos se preparan para la participación en la sociedad.
Así mismo, debemos entender que las familias son precursoras de la diversidad y la inclusión en el desarrollo personal. Porque vivimos con nuestros padres, hermanos, primos, tíos, etc. y ya conocemos la diversidad. En la familia, las diferencias físicas, cognitivas, psicológicas y sociales son primero visibles y, por tanto, el primer lugar donde aprendemos a respetarnos unos a otros. Por lo tanto, todos debemos aceptar el dicho: "La mejor escuela está en nuestro hogar o casa". Todo lo que aprendes mientras vives en casa se aplica afuera. Las familias de las personas con discapacidad deben enseñarles autonomía e independencia.
Lo primero es la autoestima, la autoestima es fundamental para todas las personas, y la familia juega un papel importante en el desarrollo de cada individuo que la conforma. Imagínese una niña o un niño que se siente ignorado, sin apoyo o simplemente no confía en sus padres. El niño comienza a imaginar que no es lo suficientemente digno, y existe el riesgo de que combine este pensamiento con otros pensamientos negativos, lo que afectará a su autoestima siendo algo baja y por tanto esto afecta también su desarrollo.
Por otra parte, es importante que las decisiones se tomen en familia, considerar las opiniones, perspectivas y perspectivas de cada miembro de la familia e incluirlas en todas las decisiones crea unidad, respeto y confianza como familia. Por consiguiente, se debe prestar atención al lenguaje no verbal, no son sólo las palabras que decimos o la forma en que las decimos de lo que debemos preocuparnos. Es decir, prestar atención a tus gestos, postura, apariencia y tono al expresar algo para evitar ambigüedades.
Procurar que seamos coherentes con las palabras en relación a las acciones. Si haces lo contrario de lo que dices, la gente no confiará en ti. Si hay acuerdo dentro de tu familia, haz tu parte. Promover la importancia de apegarse a los acuerdos y respetar las decisiones familiares.
Para terminar, es necesario ser empáticos, póngase en el lugar de la otra persona. Antes de iniciar una conversación con un miembro de la familia, trate de imaginar cómo se siente, cómo le gustaría que lo trataran a usted en esa situación y qué palabras podría decir que lo harían sentir mejor. Cuando escuchas los deseos y sentimientos de los demás, te vuelves más receptivo a sus necesidades y más preciso en las palabras que utilizas.