El juego se convierte en patológico cuando es el resultado de la sumatoria de diversos factores como la frecuencia, la cantidad de tiempo que se le dedica y el dinero que se gasta en éste. Psicológicamente hablando se caracteriza por la pérdida de control del estado de ánimo acompañado del descontrol de los impulsos.
Los juegos se han clasificado principalmente en:
Según la American Psyhiatric Association, el juego es considerado como patología cuando se caracteriza por diferentes síntomas (los tres primeros son fundamentales):
Como puedes darte cuenta existen muchas similitudes entre la ludopatía y las adicciones a sustancias psicoactivas, por lo cual la ludopatía corresponde a una adicción y de esa forma debe ser tratada.
Existe una gran similitud clínica entre la ludopatía y las drogodependencias, observadas en el deterioro biopsicosocial, la tolerancia y el síndrome de abstinencia, acompañado de algunos síntomas de tipo psíquico como: sudoración, depresión, inestabilidad anímica, pensamientos obsesivos, insomnio. Estos síntomas están asociados principalmente a pérdidas económicas derivadas del juego y a los sentimientos de culpa por la conducta ludópata. Lo cual desencadena en un estado de angustia permanente que conduce en la mayoría de los casos a desajustes de tipo emocional.
Según diferentes estudios y autores, se pueden identificar varios tipos de jugadores:
El juego genera beneficios porque puede contribuir a una buena vida, ya que su función es divertir y entretener, e incluso fortalecer las relaciones con otras personas; sin embargo, ten claridad que depender de éste para funcionar como ser humano, es una señal de alarma de ludopatía.