Hoy te proponemos algunos pasos relacionados con la práctica del Mindfulness.
Estos te ayudaran a sacarle más partido a tu vida, a sentirla más plena y a sentirte un poco más feliz.
nuestra respiración acompaña discretamente todas nuestras emociones y acciones, se acelera o ralentiza según la actividad que desarrollamos o como nos sentimos en determinado momento, pero, también es una fuente de alivio y calma. Tomar conciencia de nuestra respiración, permite que disfrutemos el hoy, nos recuerda que estamos vivos y se convierte en una manera eficaz de soltar la tensión.
en general, el hecho de observarlas solamente, estudiarlas en plena consciencia, permite saber situarse en el camino de nuestra felicidad. En el mindfulness se trabaja con las emociones de cuatro maneras: primero, reconociéndolas en general como parte del momento presente.
En segundo lugar, centrándonos en una emoción en particular, poniendo atención plena en los pensamientos y sensaciones que genera, en cómo se manifiesta, y en cómo se transforma. En tercer lugar, visualizando una situación que ha provocado la emoción para trabajar luego como en el segundo punto. Por último, cultivando una emoción que consideramos positiva como la empatía, la compasión, o la gratitud.
hay muchas formas de sentirte bien al comer. Está el placer simple de nutrirse cuando tenemos hambre y no solo porque es la hora y toca; degustar un delicioso plato con plena consciencia es parte en lo que consiste la instrucción fundamental de mindfulness, algo tan antiguo como la humanidad. Lo refleja muy bien esta frase del escritor y filósofo Michel de Montaigne: “Cuando bailo, bailo, cuando duermo, duermo, e incluso cuando camino solo por un bello campo si mi pensamiento se distrae hacia asuntos distantes, lo conduzco de nuevo al camino, al campo, a la suavidad de mi soledad y a mí"
duérmete con la felicidad: Este es un ejercicio clásico de la psicología positiva, todas las noches al ir a dormir, piensa en tres cosas buenas de tu día de la jornada, por insignificantes que te resulten. Es un ejercicio simple y eficaz para reprogramar el cerebro centrado normalmente en los problemas y en aquello que nos inquieta.
El mindfulness es una práctica transformadora para muchos, aunque no se debe confundir con una terapia. El objetivo, entre otros, es poner al sufrimiento en su lugar correcto, entender que no es necesario que lo invada todo y que podemos encontrar un espacio para otras sensaciones. No se trata por tanto de luchar contra las emociones y pensamientos difíciles sino de observarlos para entenderlos y saber cómo reaccionar ante ellos. ¿Te animas a experimentar con mindfulness?