Viajar y disfrutar de un fin de semana puede ser una forma efectiva de fortalecer la mente y el cuerpo.
El descanso es muy necesario para nuestro bienestar físico y mental, y nos ayuda a:
Deberíamos tener por lo menos un día a la semana para tener ese descanso placentero y fuera de la rutina.
Puedes optar por buscar en tu ciudad o alrededores sitios turísticos donde puedas disfrutar de la naturaleza, y no… no tienes que buscar sitios costosos, lejanos o muy planeados.
Si estás buscando opciones para disfrutar de un fin de semana cerca de tu ciudad, puedes considerar las siguientes opciones:
Parques nacionales y áreas naturales protegidas, mi truquito es buscar en google maps “Reserva Natural”, hay muchas y muy hermosas, además el contacto con la naturaleza, las caminatas, el sonido de las aves, ayuda a estar en calma. Me encanta.
Pueblos y ciudades históricas, conocer la iglesia frente al parque, comer lo más representativo de la región o una bebida típica.
Pasear por el río, sentir el sonido del agua fluyendo es realmente relajante, es un plan tranqui y además comer sancochito de gallina es lo máximo.
Centros turísticos con actividades al aire libre como senderismo, pesca, montañismo, entre otros
Y como de pasear, pasarla rico y desconectarse de la rutina se trata, quiero contarte que hace poco visité La Mano de Dios y La Cruz de los Andes en Montenegro en el Quindío, me pareció un plan muy familiar, desde Cali nos demoramos aproximadamente 4 horas en carro, con las paradas respectivas para desayunar y tomar cafecito. Puedes optar por un pasadía o estar un fin de semana, porque te encuentras con muchas actividades para realizar.
Puedes elegir desde las caminatas por senderos ecológicos, hasta bañar en el lago, la piscina, o practicar deportes extremos como las Tirolesas o el Jumping, siempre manteniendo mucha conexión con la naturaleza.
Nosotros optamos por estar un fin de semana en el Ecohotel, pero puedes optar por un pasadía.
El primer día, realizamos el recorrido por el sendero ecológico, disfrutamos de la piscina y hay algo que me llamó mucho la atención y es el “Sendero de la Espiritualidad” te va mostrando por pequeñas estaciones esas faltas que quizás cometemos y por las cuales debemos reflexionar; allí mismo queda La Mano de Dios, es un mirador, una estructura en forma de mano que simboliza la protección divina y la fuerza de la naturaleza. Desde el mirador, puedes observar los alrededores, las montañas, los cultivos y un atardecer bellísimo.
En el mismo sendero encontramos la Cruz de los Andes, este lo visitamos el segundo día de nuestra estancia. Este mirador es también conocido como la Cruz Más Alta de Latinoamérica, dicen que tiene cerca de 120 metros de altura, tiene 13 pisos y su estructura es en acero, la verdad el paisaje es muy hermoso y por tratarse de un ambiente tan familiar me trae muchos recuerdos de mi niñez, el compartir con los abuelos, incluso esas tardes de risas mirando hacia el cielo azul buscándole forma a las nubes.
Y esto es algo que no podemos perder, esa capacidad de emocionarnos por las cosas que parecen simples y que nos hinchan el corazón de felicidad y de amor por la vida, que nos llevan a dejar atrás los problemas del trabajo, el estrés y las preocupaciones. Hoy te invito a que disfrutes más de cada día, tú también puedes salir de la rutina.