Las primeras vacaciones del año están a la vuelta de la esquina, las vacaciones de Semana Santa han pasado de ser días dedicados a la espiritualidad a convertirse en una de las semanas de mayor afluencia turística en diferentes partes del mundo, dado que por un lado nuestros hijos no tienen clases en sus colegios y algunos de nosotros tenemos la posibilidad de adelantar nuestras vacaciones para aprovechar los días santos para un completo descanso.
Sin embargo, es indispensable preguntarnos antes de hacer uso de estos días ¿Cómo optimizamos nuestros recursos en esta ocasión para no afectar las finanzas personales y familiares?
Según varias encuestas de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo ANATO, los parajes nacionales son los de mayor preferencia por los colombianos teniendo a Cartagena, Santa Marta y San Andrés casi siempre en el puesto 1, 2 y 3 de esta lista. Así mismo, cada vez más destinos nacionales como: Bogotá, Medellín, Boyacá y Valle del cauca se suman como predilectos para pasar días vacacionales familiares, muchos de ellos ubicados a pocas horas conduciendo, reduciendo así un gasto mayor sin sacrificar variedad ni descanso.
Como primera medida vale la pena preguntar si viajar es una prioridad, pues es posible que puedas darte un buen descanso y conocer algo que está pendiente por visitar dentro de tu misma ciudad o departamento.
Semana Santa es ampliamente reconocida como temporada alta, pero, siempre existen maneras de disfrutar sin gastar dinero de más, siendo esto así,
para solventar financieramente nuestras vacaciones debemos echar mano de la planificación, elegir nuestros destinos con anterioridad, por consiguiente comprar los tiquetes y resolver la estadía (la cual puede contratarse mediante plataformas digitales especializadas o si en el destino tiene familia o amigos de confianza) la gran
mayoría de veces se refleja en descuentos sustanciosos.
Recuerda que, si tienes vehículo propio y quieres viajar en él, hay varios gastos que debes tener en cuenta como: gasolina, peajes y comidas durante los trayectos además de gastos de mantenimiento antes de viajar lo cual te ayudará a evitar contratiempos.
Se debe tener especial cuidado con el método de financiación que escojamos para costear nuestras vacaciones y las de nuestra familia, lo más recomendable es no endeudarse para viajar salvo en algunos gastos pequeños que en el destino hagamos utilizando tarjetas de crédito y a no más de seis cuotas.
Primordialmente debemos hacer uso de nuestros ahorros, para esto es significativo pensar en un plan de ahorro programado que algunas entidades financieras te pueden ofrecen. Si definitivamente no tenemos ahorros o no son suficientes, podemos usar la financiación crediticia, eso sí, buscando las tasas de intereses más bajas.
Como conclusión, planificar nuestras vacaciones adelantándonos a los gastos que nos representa un viaje nos ayuda a mantener una estructura financiera sana, pues, siendo muy fieles a nuestra capacidad financiera y de endeudamiento aprovechas tus vacaciones sin dolores de cabeza para ti y los tuyos al regresar de ellas. La clave para la salud de nuestro bolsillo es la anticipación.