El cooperativismo es parte de la economía solidaria, un movimiento socioeconómico basado en principios de igualdad, equidad y democracia. El cooperativismo tiene sus orígenes en las primeras etapas de la civilización, cuando el ser humano empieza a cooperar con otros para poder subsistir. La vida del ser humano en soledad no es posible debido a nuestra condición de seres sociales, y es precisamente la acción de cooperar lo que nos hace humanos; pues nos necesitamos los unos a los otros para poder evolucionar y perfeccionarnos a nosotros mismos.
El movimiento cooperativo es una doctrina que defiende la cooperación como medio para lograr un mayor beneficio, al mismo tiempo que busca satisfacer la mayor cantidad de necesidades existentes. El cooperativismo se establece como una fuerza financiera que insta por
favorecer a los más necesitados. (Coll, 2020)
El sistema de asociación que plantea el cooperativismo es aquel que se da a través de las cooperativas, en las que se aboga por el trabajo colaborativo para la obtención de objetivos. (Coll, 2020)
Según (Coll 2020) Las principales características y valores del cooperativismo son: el apoyo mutuo entre socios; equidad e igualdad entre socios; solidaridad entre partícipes; esfuerzo propio y motivación mutua; sistema democrático y justo; responsabilidad; fines y objetivos comunes entre cooperativistas.
Otro aspecto importante que está dentro de las cooperativas es la economía solidaria o economía social, que se enfoca en el desarrollo de actividades productivas basadas en el bien común; y al igual que el cooperativismo busca la equidad y el equilibrio con el medio ambiente. La economía solidaria se caracteriza por ser sostenible, busca priorizar el bienestar colectivo, y uno de sus principios más importantes es la autogestión, debido a que la organización es gestionada por los mismos productores que trabajan al interior de ella. (Westreicher, 2018)
Las grandes cooperativas en los 90 's se añadieron el sector financiero, el de la construcción y la sostenibilidad, haciendo un gran eco en países con bajo índice de desarrollo, convirtiendo a las cooperativas en una fuente segura de financiación. Un gran ejemplo en Sudamérica es Bolivia, la cual tiene la cuarta parte de su ahorro nacional administrado por cooperativas en un escenario no tan distante como Canadá, país en el que 1 de cada 3 ciudadanos son miembros de cooperativas de ahorro. En Francia estas entidades son las responsables de generar al menos unos 700.000 empleos, y en Japón un 91% de los agricultores decidieron organizarse por medio de cooperativas agrícolas “Un principio fundamental del cooperativismo, es la cooperación entre cooperativas, en cualquier parte del mundo”
El modelo del cooperativismo se ha encargado de aunar esfuerzos en pro de los menos favorecidos, siendo este el principal orientador de estas la toma de decisiones basadas en la solidaridad al intentar disminuir las brechas sociales, culturales, económicas y sociales, al intentar generar mayores niveles de bienestar social.