La fatiga es la incapacidad que experimentamos para mantener una potencia o velocidad determinada. Otra forma de explicarla, es mencionando que la fatiga es producto del desequilibrio que se da entre la demanda de energía requerida por nuestros músculos para la acción y el aporte de energía en forma de molécula de ATP (Adenosín trifosfato).
Permanentemente, apreciamos como la capacidad de muchos deportistas aminora como consecuencia de la fatiga, y por esto, ellos no pueden correr con la misma rapidez, ni realizar su actividad física al mismo ritmo ni a la misma intensidad, y de cierta forma la práctica deportiva se vuelve más dura.
Para mejorar nuestra capacidad física en nuestra vida cotidiana o cuando realizamos alguna actividad deportiva, es imprescindible que logremos retrasar la aparición de la fatiga.
Por el contrario, la fatiga aparece rápidamente cuando:
La fatiga es un mecanismo de defensa que usa nuestro organismo, para expresar la imposibilidad de adaptarse a las condiciones de esfuerzo y aparece con la finalidad de evitar las consecuencias de una actividad física excesiva.
Cuando la sobrecarga de actividad física es muy grande y se mantiene durante mucho tiempo, lo cual es aplicable también a las sobrecargas físicas laborales, la fatiga no solo genera efectos sobre los músculos que ejecutan el trabajo, sino que puede afectar a aquellos músculos que se encuentran inactivos y al sistema nervioso, pasando de esta forma de una fatiga normal a una crónica.