Al parecer, las tapas nacieron en el siglo XIX en Andalucía, posiblemente según dicen algunos ante la necesidad de los dueños de bares de prevenir la embriaguez de los clientes.
El nombre surgió porque en las tabernas se servía la jarra de vino tapada con una rebanada de jamón o queso para evitar que cayeran insectos en el vino y facilitar al cliente consumir un alimento sólido junto con su bebida.
Los ingredientes de las tapas pueden ser variados, y depende de los alimentos típicos de cada región española. Una tapa española muy común, es el Pintxo, una pequeña rebanada de pan con una lonja de jamón, queso u otra comida encima.
Las tapas son infaltables en una reunión social con amigos, por ser una comida ligera y facilitar la conversación. Además son un aperitivo español tradicional servido en locales, restaurantes, y bares para acompañar las bebidas alcohólicas.
Las tapas son la carta gastronómica de España, e irse de tapas es sinónimo de relax y compartir con amigos. Los encurtidos y las tablas de queso suelen formar parte de las tapas españolas más servidas en restaurantes y bares.
Sin duda, son parte de la cultura e identidad española y cuando se prueban sencillamente uno queda encantado.
Existe gran variedad de tapas, sin embargo, los ingredientes básicos para prepararlas son: panes, aceitunas, champiñones, quesos, jamones, pimentón, huevos, aceite de oliva, sardinas y calamares.
Si viajas a España, no dejes de tapear, lo disfrutarás, y si no está en tus planes viajar aún a este país, puedes organizar un “tapeo” en tu casa, siguiendo estas recomendaciones: