En la actualidad, especialmente a partir de las nuevas exigencias que trae consigo la revolución digital, está claro que las diferentes etapas de la educación superior (pregrado, posgrado, especializaciones, diplomados) son esenciales a la hora de construir un plan de vida integral que asegure un cierto nivel de bienestar y progreso para cada ciudadano, sea cual sea su condición social y económica.
De acuerdo a estudios recientes, sólo uno de cada tres bachilleres colombianos pudo
ingresar a la universidad en 2020. Aunque es necesario, por supuesto, tener en cuenta el
considerable impacto que generó la pandemia del covid-19, las principales causas que impiden
el tránsito inmediato a la educación superior están relacionadas de una forma u otra con el nivel
económico de cada familia. Veamos algunas de ellas:
Para muchos jóvenes de diferentes departamentos del país, la única opción viable para acceder a la educación superior implica mudarse a una de las ciudades que concentran un gran número de universidades, ya sean públicas o privadas, como es el caso de Cali, Bogotá y Medellín, por ejemplo.
Desafortunadamente, los gastos de traslado, sostenimiento y alimentación, sin mencionar aquellos relacionados con el quehacer académico, a menudo son imposibles de afrontar.
El bajo desempeño en las pruebas de Estado Saber 11 también afecta de manera significativa las posibilidades del estudiante de acceder a una universidad pública, cuyos costos de matrícula son marcadamente inferiores a los de las instituciones privadas. Aunque existe una amplia variedad de oferta de créditos o becas que permiten financiar la entrada a la educación superior, muchas familias no acceden a ellas por desconocimiento y falta de orientación adecuada.
En la época de la economía naranja, por ejemplo, ciertos jóvenes eligen desarrollar un emprendimiento e invertir en él sus ahorros, antes que destinarlos a financiar su paso a la universidad. Esta elección, por ventajosa que parezca en un momento inicial, puede traer problemas a largo plazo, ya que los conocimientos en administración de empresas y contabilidad, por nombrar solo dos, que brinda la educación superior son indispensables para construir un negocio estable y próspero.
la implementación de planes que aseguren la cobertura en educación para los jóvenes
que, a menudo por causa de las tres razones que hemos mencionado, se encuentran
actualmente por fuera de ella. Mejorar la tasa de tránsito de la educación media a la superior es
una meta en la que todos, tanto instituciones como ciudadanos, estamos comprometidos.
