La denominación de ají tiene un origen etimológico quechua, proviene de arawak axi, que significa “fruto picante”. Las propiedades del ají son numerosas, su característica picante se debe a la capsicina, sustancia cristalina concentrada principalmente en la semilla. El ají es comercializado tanto en forma entera como molida y tiene usos diversos en la industria alimenticia, especialmente en la cárnica, y como condimento culinario esencial en muchos hogares y restaurantes.
El ají es una planta de la familia Solanaceae, familia vegetal de origen netamente americano.
Todos los países en Latinoamérica han incorporado en su gastronomía por lo menos a uno de los diferentes tipos de ají. El ají dulce es característico de la culinaria puertorriqueña mientras que el ají amarillo, lo es de la cocina peruana. En México el ají fue nombrado por los mayas como chile. Definitivamente el éxito gastronómico peruano sería imposible sin el ají. El ají es algo más que un picante, es ante todo sabor y color, le ha dado identidad a la comida peruana, haciéndole ganar fama y reconocimiento mundial.