Alergias alimentarias: cómo diagnosticarla

Las alergias alimentarias según la Organización Mundial de la Salud (OMS) constituyen un desafío para la Salud Pública debido a su constante crecimiento de casos en la población. El mayor aumento de alergias alimentarias se ha presentado en niños y jóvenes menores de 25 años.

Las alergias alimentarias son alteraciones del sistema inmune generadas por sustancias llamadas de forma general alérgenos, las cuales son toleradas por la mayoría de las personas, pero que resultan nocivas para algunas personas. 

Las alergias alimentarias están relacionadas con la ausencia, el retraso o cesación en la adquisición de tolerancia inmune frente a los alimentos. 

Los alimentos que más frecuentemente ocasionan alergias son: huevo, leche, pescado, trigo en cuanto a la población infantil. En adultos, las alergias son ocasionadas también por otros alimentos como frutas y verduras.

 El aumento de alergias a frutas y verduras parece estar asociado a los cambios en la producción de estos alimentos, por el uso de fertilizantes y productos químicos, que alteran la estructura química de estos nutrientes.

Las alergias alimentarias son unas afecciones frecuentes que se manifiestan como reacciones alérgicas relacionadas con el consumo de ciertos alimentos y con dolencias como dermatitis y/o trastornos digestivos.

Las consecuencias más graves generadas por las alergias alimentarias pueden ser:

• Obstrucción de la vía aérea superior.
• Colapso vascular seguido de paro cardiorrespiratorio.
• Anafilaxia: reacción grave que constituye un riesgo para la vida, es la manifestación alérgica más grave que puede ocurrir, en la cual el sistema inmune libera gran cantidad de sustancias químicas que pueden desencadenar un estado de shock, en el cual las vías respiratorias se cierran, dificultando la respiración, y la presión arterial disminuye.

Para diagnosticar las alergias se utiliza:

• Anamnesis.
• Exploración física.
• Pruebas cutáneas y de exclusión, las cuales se realizan normalmente en antebrazo o espalda, aplicando los alérgenos sospechosos por medio de punción. En estas pruebas se usan cerca de 40 alérgenos, se mide la reacción cutánea a éstos pasados 15 minutos y se considera que la prueba es positiva para alergia a un alérgeno específico cuando se presenta una hinchazón en la zona de más de 3 mm de diámetro.
• Prueba de reintroducción del alérgeno sospechoso para determinación del umbral de reacción: El alérgeno de un alimento es la proteína que induce una respuesta alérgica.

Para el tratamiento de las alergias alimentarias se usa:

• Prevención, mediante la educación para que las personas realicen una gestión adecuada de su alimentación.
• Inmunoterapia vía oral para restablecer la tolerancia al alimento.