A medida que las personas van envejeciendo, muchas de las habilidades cognitivas se ven afectadas conforme avanza la edad, como por ejemplo: la memoria, la motricidad, la concentración, entre otras.
Es por esta razón que algunos adultos buscan actividades que fortalezcan dichas destrezas para tener un envejecimiento saludable, que les permita seguir desarrollando su rutina diaria y continuar siendo los más autónomos posibles.
Uno de los ejercicios más populares que contribuyen al mejoramiento de la mente, es pintar o crear mandalas, es por eso que muchos especialistas lo recomiendan, ya que permite obtener una estimulación cognitiva, gracias a su estructura y diseño intrincado, que requieren una serie de habilidades mentales cuando se colorean o se crean.
Pintar mandalas puede ayudar a mantener la mente activa, lo que puede ser beneficioso para retrasar o mitigar los síntomas de enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia.
La precisión requerida para colorear un mandala puede ayudar a mejorar o mantener la coordinación mano-ojo.
Pintar es una forma de meditación activa. Puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
Los adultos mayores pueden enfrentar una variedad de emociones relacionadas con el envejecimiento, la soledad o la pérdida. Pintar mandalas puede ofrecer una vía de expresión y procesamiento de estas emociones.
Completar un mandala puede brindar un sentido de logro y autoeficacia, lo que puede ser vital para la autoestima y el bienestar general.
Si la actividad se realiza en un grupo, como en un centro para adultos mayores, puede ser una forma excelente de socializar y conectar con otros.
Fomentar la creatividad puede ser enriquecedor a cualquier edad. Pintar mandalas permite a los adultos mayores explorar y expresar su lado creativo.
Trabajar en un mandala requiere atención al detalle y puede ayudar a mejorar la concentración y el enfoque.
En algunos casos, los terapeutas pueden usar mandalas en terapia artística para ayudar a los adultos mayores a abordar ciertos problemas emocionales o cognitivos.
Teniendo en cuenta esto, podríamos concluir que el mandala es un método relajante y a la vez terapéutico, que favorece a los adultos mayores a la hora de querer fortalecer sus capacidades cognitivas. Al mismo tiempo, mejora su estado emocional y promueve su bienestar general.
Conoce más acerca de los mandalas en: Mandalas: origen, beneficios y meditación.