Comprar vivienda propia es uno de los mayores sueños para muchas personas, pero también puede convertirse en una fuente de estrés si no se calcula correctamente el presupuesto real. Más allá del valor del inmueble, existen costos adicionales que suelen pasarse por alto y que, de no tenerlos en cuenta, pueden desequilibrar las finanzas personales.
Una planificación exhaustiva es clave para evitar sorpresas y asegurar una inversión sólida y sostenible a largo plazo.
El precio de la vivienda es solo el punto de partida. Existen otros gastos inevitables que deben incluirse en el presupuesto total:
De acuerdo con expertos del sector, estos gastos pueden sumar entre el 5% y el 8% del valor del inmueble (Revista Dinero, 2023). Es fundamental destinar un rubro específico para estos costos extra desde el inicio de la búsqueda.
Por lo general, la cuota inicial equivale aproximadamente al 30% del valor de la vivienda. Esto significa que, antes de comprometerse a una compra, es necesario asegurarse de contar con ese monto ahorrado. Planificar este ahorro con anticipación evita recurrir a créditos adicionales que encarecen la operación. Considera establecer un plan de ahorro disciplinado para alcanzar esta meta sin presiones.
El crédito hipotecario es la principal herramienta para financiar una vivienda, pero no debe comprometer más del 30% o 35% de los ingresos mensuales familiares. Es fundamental hacer simulaciones de cuota mensual teniendo en cuenta tasas de interés y plazos. Existen herramientas digitales que permiten calcular diferentes escenarios y así conocer el impacto real en el presupuesto mensual.
Además de los pagos iniciales y mensuales, hay costos de mantenimiento que forman parte del presupuesto:
Estos valores pueden parecer pequeños de manera individual, pero sumados representan una parte significativa del gasto anual. No subestimes estos desembolsos recurrentes, ya que son esenciales para el buen estado del inmueble.
Coomeva facilita la compra de vivienda a través de líneas de crédito hipotecario, asesorías financieras para elaborar presupuestos realistas y seguros que protegen la inversión. Este acompañamiento permite tomar decisiones mejor informadas, reduciendo el riesgo de comprometerse más allá de la capacidad de pago y garantizando mayor tranquilidad en el proceso de compra.
Referencias: